Con su belleza y elegancia natural, Dovima dejó una marca imborrable en la historia de la moda como una de las supermodelos más destacadas de su tiempo. Deslumbró en las páginas de las revistas de moda, protagonizó campañas para reconocidas marcas y desfiló en las mejores pasarelas Su elegancia atemporal y su capacidad para encarnar la esencia de la alta costura la convirtieron en una figura emblemática en el mundo del modelaje. 

Cortesía Getty Images

Nacida en Nueva York, Dovima llamó la atención de la industria de la moda rápidamente. Estaba trabajando en una tienda de retail cuando el destacado fotógrafo Irving Penn se fijó en ella. Su distintiva belleza captó su atención y la convenció de participar en una sesión de fotos. El resto fue historia. Su anguloso rostro y su imponente altura la convirtieron en la musa de destacados diseñadores, como Coco Chanel y Christian Dior.

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Sin embargo, su colaboración con el legendario fotógrafo Richard Avedon fue lo que la llevó a alcanzar la fama mundial. Su icónica imagen vestida con un diseño de Dior, junto a elefantes del Circo de París, se convirtió en una de las fotografías más emblemáticas de la historia de la moda. Actualmente, su legado vive a través de imágenes como esta, que capturan su sofisticada presencia y estilo atemporal. Sus fotografías recuerdan que la verdadera belleza siempre trasciende en el tiempo.

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