Lo confirman las calles de París, Londres y otros puntos de moda del mundo. Los colores de la temporada son sobrios y recaen en los matices marrones que quedan bien para cualquier estilo. También hemos visto el rojo vino que se queda en grandes abrigos y gabardinas que comienzan a ambientarse con el otoño recién llegado al hemisferio sur. Ambas tonalidades celebran la versatilidad y se convierten en una buena posibilidad de contar con básicos disponibles para cualquier ocasión.

Lo vimos la temporada anterior con Miu Miu y sus abrigos teddy en color camel que conquistaron las pasarelas y pospuesto el street style. Etro también lo incluyó como prenda distintiva -pero a su manera- siempre combinado con algunos estampados. Sin embargo lo que ahora se deja ver es un look monocromático donde todas las prendas son del mismo color. Los que más se repiten son el café y el color cherry. 

Ambas tonalidades parecen estar inspiradas en épocas pasadas y resurgen con una simbología vintage muy clara. Nos hace recordar -por ejemplo- los pantalones de cuero rojizos de la moda más grunge. Por otro lado, el marrón es un claro recuerdo del estilo cowboy. Ambas formas de vestir se mueven como el agua y regresan una y otra vez. Y poco se habla de su combinación: marrón y cherry, ¿lo usarías?.

Fotos cortesía Getty Images