El trabajo de Stella McCartney es admirable. No solo lo que representa esta nueva campaña que habla de un trabajo hecho con casi un 100% de materiales conscientes, sino de lo que ha venido cultivando a lo largo de los años. Desde 2016 ha buscado formas para reducir los residuos, utilizando -por ejemplo- cachemira reciclada y nailon regenerado. A esto, se suma la construcción de prendas alternativas veganas al cuero, creadas con desechos de manzana y uva. 

Lo nuevo es una edición que por sobre todo busca ser atemporal, para ofrecer prendas que perduren en el tiempo y con ello, cortar el ciclo. Tampoco le ha puesto atención al género, permitiendo que las siluetas fluyan con libertad. 

La elección de Cara Delevingne tampoco fue al azar. La modelo es fideicomisaria de EcoResolution y fundadora de Initiative Earth, una organización que se mueve por la restauración de los ecosistemas. El resultado es tan impactante como placentero. La campaña se filmó en una planta de reciclaje de Veolia, donde cada pieza está donde debe estar. ¿Ya la viste?. 

Fotos cortesía Stella McCartney