Como un homenaje a la nostalgia, Isabel Marant nos trajo lo mejor de la época de los 2000. En la pasarela estuvieron los rostros más icónicos que protagonizaron la moda Y2K. Hablamos de Jessica Stam, Sasha Pivovarova, Natasha Poly, Anna Selezneva y Kasia Struss. ¿Las recuerdas? todas ellas vistieron la propuesta de la firma francesa que se basó en prendas muy básicas y minimalistas, con la irreverencia clásica de Marant. Había cremalleras, transparencias, escotes que daban un aire de sensualidad. Destacaron los tonos tierra y beige y el negro infaltable, que como de costumbre se dejó ver en prendas con algo de encaje, cuero y botas extralargas.

El denim marcó la jornada con un overol y botas de tacón. También había puntos de lana que se ajustaban al cuerpo o dejaban ver piel, a diferencia de los otros atuendos que apostaron por el volúmen extremo. El color beige se llevó gran parte de la colección. Combinado con un tono algo más intenso en el calzado, resultaba en un look de día completo. Uniendo la paleta más clara, los blancos nieve se mezclan con tejidos, con parches de cuero blanco y también abrigos en beige. Tonalidades equilibradas que se veían elegantes y cómodas. El croché estaba en un beatle que iba con un vestido encima. Un clásico vestido invernal que Marant invita a llevar con botas largas.

Cortesía Isabel Marant

La mayoría de las prendas apuntaba a las bajas temperaturas. Con ello, los abrigos extragrandes eran suaves y reconfortantes. Lo mismo para las gabardinas, una prenda digna del inicio del siglo y que no hemos podido alejar del closet. Lo mismo para las biker jacket en tamaño grande, que aportan algo de rebeldía en colores que no pueden faltar. Una fiesta del Y2K que combinó la historia de la época con rostros inolvidables y algunos que siguen marcando el paso del futuro. Hablamos de Irina Shayk, la modelo que encabezó la entrega representando a una diseñadora que se mantiene inquebrantable con el paso del tiempo, y donde su trabajo no requiere de esfuerzos para seguir sobre la tendencia.

Cortesía Isabel Marant