Entre accesorios de alta gama y pañuelos de seda, el cantante y compositor estadounidense Frank Ocean nos presentó su exclusiva marca de joyería: Homer. La cual emerge en inspiración a las “obsesiones de la infancia” y la “herencia como fantasía”, según un comunicado de prensa. La línea de este lanzamiento es un mundo de ilusiones que evocan a la niñez y la familia. Piezas que, sin duda, marcarán positivamente la carrera del multifacético artista.

Desde el 2016, la mente creativa del intérprete no nos asombraba con sus composiciones musicales­ ­–y ya sabemos la razón– que, según expertos en la música, Ocean es uno de los artistas más influyentes y talentosos de la década del 2010. No obstante, ahora incursiona en la industria de la moda. La firma contará con piezas exclusivas de joyería: Collares, brazaletes de diamantes cultivados exclusivamente en laboratorios de Estados Unidos y anillos de oro de 18 quilates o plata esterlina. Diseños que se fabricaron a mano en Italia y un lanzamiento que además cuenta con exclusivos pañuelos de seda con estampados únicos.

Cortesía de Homer

El icónico lanzamiento nos sumerge en un mundo de fantasía. Sin embargo, lo mejor es que no termina solo en una línea de joyería, pues el surgimiento de Homer, viene acompañado de la emblemática firma italiana, Prada. Así, en la colección se incluirán elementos utilitarios tradicionales de la maison, pero modificados por Frank Ocean; entre ellos, el clásico anorak. Las exclusivas piezas son caricaturescas y hacen alusión a formas alienígenas. Es toda una ilusión que mientras nos encanta, nos tiene ansiosos por descubrir más de esta distinguida campaña, con grandes colaboraciones.

¡La marca estadounidense inició por lo alto su futura trayectoria en la industria de la moda! Cabe mencionar que paralelamente, la colección inicial de Homer se encuentra disponible desde ayer 9 de agosto en la tienda de Frank Ocean. Ubicada en el corazón en la avenida de las joyerías, la boutique del cantante se emplaza en la 70-74 de la calle Bowery de la ciudad que nunca duerme, Nueva York.

Cortesía de Homer