El cielo puede esperar o en inglés, su idioma original, Heaven Can Wait. Una frase con más de un significado; por un lado, una alegoría que ensalza la bohemia y la diversión propia de la vida y, por el otro, un club en East Village. Ahí, al este de Manhattan, Anna Sui presentó su Fall-Winter 2023: “Peppermint Twist”. Más que una colección, un viaje histórico que, entre cortes rectos, brillos y beauty looks inspirados en Twiggy, nos trasportó a los sesenta. De hecho, “Peppermint Twist” hace una alusión directa a The Peppermint Lounge, un club sesentero frecuentado por The Beatles, los Rolling Stones, Truman Capote, Frank Sinatra, Audrey Hepburn y Marilyn Monroe. Era el alma de las fiestas neoyorquinas y entre sus paredes se alzó el twist como el baile más relevante de la época. E incluso, su relevancia fue tal que Jackie Kennedy instaló su propio “Peppermint” en la Casa Blanca.

Era pequeño, acogedor y todo el mundo quería visitarlo “Siento que esta generación se está perdiendo esa intimidad de tener un lugar para ir a bailar. Donde no tienen sus teléfonos, y solo se miran y se visten el uno para el otro”, reflexionó la diseñadora. Pero ¿Qué lucir en el club más popular del momento? En los sesenta, un Chanel de Alta Costura tal como el que llevó Jane Holzer en la postal que sirvió de inspiración para Anna Sui. “Quería vestiditos para bailar. Vestidos deslizantes en satén o gasa con corte de encaje de lencería además de hermosas blusas y chaquetas con el mismo tratamiento”, agregó y en parte, su colección tenía tanto de Chanel como de sí. Una combinación fantasiosa y atrevida que con esos clásicos cortes que recuerdan a la maison francesa, jugó con los límites para crear un tweed rebelde y transgresor.

Cortesía Anna Sui

La provocación impera en la entrega, al igual que lo hizo en el Peppermint hace más de sesenta años y así, todo se unifica bajo tonos rojos y pistachos. Es indudable el transito histórico de la colección que, con looks de noches con recortes de lurex y vestidos de lentejuelas con piel de serpiente, busca devolver la vitalidad a la industria. Sui está en una nueva etapa de su carrera y mientras observa el presente y futuro, visita el pasado para recordarnos que la moda es cíclica y que los ganchillos de los noventa y los anhelados Y2K, triunfaron, primero, en los sesenta. “Gran parte del tiempo no pensaba en mí y pensaba en la fantasía”, comentó la diseñadora que con su desfile devolvió el contacto visual entre las modelos y el público. Una sonrisa y ¡voilá! a bailar. El cielo puede esperar.

Cortesía Anna Sui