Años atrás, en el último piso de una sastrería en Ginebra, la abuela de Christine Nagel, perfumista interna de Hermès, con la plancha al rojo vivo sobre un paño húmedo, planchaba unos pantalones que desprendían un olor a humedad, metal hirviendo y lana. Este es el olor que la perfumista vuelve a recordar con el trabajo de Verónique Nichanian en la dirección artística de la forma masculina de la firma. Y el que inspiró H24.

Finalmente llegó, la primera fragancia masculina de Hermès en 15 años está aquí. Así como el 2006, Terre D’Hermès, por Jean-Claude Ellena fue un éxito rotundo, H24 promete lo mismo. El nombre surge en honor a la boutique insignia de la maison, inaugurada en 1880: 24, Rue du Faubourg Saint-Honoré. Muy lejana a lo que son los estereotipos masculinos, H24 propone una experiencia olfativa inédita e inesperada. El proceso dio como resultado lo que Christine describe como: “Una fragancia viva, sensual y brillante que cultiva una mezcla atrevida entre la naturaleza y la tecnología”.

Es una fusión de ingredientes naturales como salvia, esencia de palo de rosa y narciso, con esclareno. La intención de la fragancia es alejarse lo más posible de los aromas convencionales masculinos, para esto, Nagel dice: “Me gusta apostar por materias primas naturales, muy clásicas y trabajarlas utilizando tecnologías que dan otras texturas”. El toque de innovador viene por parte del esclareno, una molécula sintética que tiene un aroma metálico y cálido, tal como la plancha caliente sobre la tela. H24 es una fragancia con un dejo futurista e intrigante, pero botánico y primaveral a la vez.

Cortesía de Hermès