Lo mejor del cine y la televisión estadounidense fue celebrado en la 80^th edición de los Golden Globes. Justo un año después de que el espectáculo lidiara con su cancelación literal y figurativa, la ceremonia regresó a California para galardonear a quienes dieron vida a las películas y series de 2022. Austin Butler como mejor actor de drama por su papel en “Elvis” o Cate Blanchett por su rol en el drama psicológico “Tár”. Igualmente, Evan Peters como mejor actor en una serie de antología por “Dahmer”. Las estrellas de Hollywood se lucieron en Beverly Hills y no solo por sus interpretaciones, si no también por sus atuendos acordes a la ocasión. Una jornada repleta de “golden” looks y nombres de diseñador deslumbrando en la alfombra roja a través de sus representadas y representados. Las y los mejores vestidos de los Golden Globes 2023 en ISSUE Mag.

LA SARTORIALIDAD COMO EMBLEMA

Como en cada alfombra roja, los hombres apostaron por la seguridad de un esmoquin en negro. Trajes de sastre y Brad Pitt debutando con un corte de pelo que evoca el Y2K. El actor aclaró levemente su cabello, realzando su bronceada tez y luciendo esplendido en un traje casi satinado y acompañado de un corbatín. En la misma línea, Austin Butler recogió su premio como mejor actor de drama en un traje Gucci escogido por su estilista, Sandra Amador. Un look que lo alzó como uno de los mejores vestidos con un estilo pulcro y sensual. Un versión moderna y actualizada del rol que protagonizó y que, sin duda, ha adoptado con totalidad. El nuevo rey del rock – al menos cinematográficamente – es Butler y su actitud lo prueba. Blazer americano cruzado, botones con solapa extragrande y en punta de lanza y un pantalón recto ligeramente cerillero. Además, un chaleco de botonadura sencilla y un corbatín satinado que coronó el impoluto atuendo. ¡C´mon! ¡Merece el galardón al mejor vestido! Y hablando de ganadores, Evan Peters también se lució en un traje sartorial, aunque su elección se decantó por un esmoquin de terciopelo negro. El ajuste ideal y una apariencia clásica que, dentro de la sastrería tradicionalidad masculina, se envolvió el glamour del old Hollywood incluyendo unos zapatos de tipo Oxford de charol.

Contrario a cualquier ademán tradicional, Andrew Garfield llegó a Beverly Hills en un traje ocre que contrastaba con la supremacía del negro. Eso sí, lo acompañó con camisa oscura que, incluso abrazando el dinamismo, lo hizo lucir elegante. Por supuesto, y como ya es costumbre, Billy Porter rompió los paradigmas en cuanto a género y se arriesgó en un vestido aterciopelado de Christian Siriano. Una pieza que en la parte frontal superior simulaba un blazer y que en la inferior se extendía como una gran falda. Todo, en la tonalidad del 2023: el Viva Magenta de Pantone. Algo similar ocurrió con Donald Glover quien apostó por la comodidad de un pijama. Los tiempos pandémicos no quedaron totalmente atrás y el intérprete llevó una chaqueta negra con hombros en pico sobre un pijama de seda color crema de Saint Laurent.

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LA SUPREMACÍA DEL NEGRO

Incluso cuando el closet femenino da mayor libertad en cuanto a prendas, colores, texturas y siluetas, el negro fue el gran ganador de la noche. La alfombra roja –que en realidad era gris– se cubrió de vestidos que festejaron la supremacía del negro. La primera de ellas, probablemente la mejor vestida: Rihanna. La cantante llegó acompaña de A$AP Rocky y en conjunto se lucieron como la “Golden couple” de la jornada. Ambos de negro, impolutos y sumamente elegantes. Él en un traje de Bottega Veneta: cruzado y con solapas de raso que se mimetizaban con aquella corbata delgada y en contraste con la camisa blanca. Ella, en tanto, deslumbrante y rozando la extravagancia formal de Schiaparelli. Un vestido personalizado por Daniel Roseberry y con una capa de terciopelo estructurado y cola de cola. Sutil, pero glamoroso y destellante. Además, con mangas XXL que se robaron todas las miradas al igual que el impresionante collar Cartier de diamantes que llevó. De hecho, Riri fue de las pocas que envolvió su cuello en brillos; el minimalismo se apoderó de Beverly Hills y las artistas prescindieron de los collares aun siendo necesarios. Selena Gómez fue una de ella, aunque la cantante y actriz deleitó en un vestido de Valentino. Una pieza aterciopelada y de un magenta que rozaba el negro. Eso sí, las mangas de este caigan en forma de capa distaban del material principal, haciendo que el magenta se luciera en todo su esplendor con un tono más claro. Sensual y atrevida. El pecho de Gómez quedaba al descubierto gracias al pronunciado escote que, de haber estado acompañado de un collar, hubiese estado perfecto. Por su parte, Ana de Armas también llevó una silueta en negro. No obstante, el frontis del vestido firmado por Louis Vuitton contaba con bordados en blanco que, a lo lejos, simulan ser unas delicadas incrustaciones de piedras preciosas.

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Un look que no terminó de convencer al igual que los lucidos por Anya Taylor-Joy y la actriz de Merlina, Jenna Ortega. La primera llevó una pieza de Dior. Un atuendo compuesto por un sujetador satinado y una falda larga del mismo tipo; ambos en un alegre amarillo que, aunque llamaba la atención y fluctuaba entre el refinamiento moderno y atemporal, no fue suficiente. La segunda, por su parte, llevó un Gucci drapeado que acentuó su figura. Vestido largo, con mangas etéreas y pliegues románticos que evocaban las raíces latinas de la actriz, y por qué no, también, el poderoso Y2K. Pero quizás, el error del look estuvo en el color: un marrón cobrizo que se mimetizaba con el actual color de cabello de Ortega. Heidi Klum llegó con un vestido corto, con transparencias, plumas y brillos que, para una fiesta, hubiese estado excelente. No así para una alfombra roja donde se requiere algo más de glamour y sofisticación. Contrariamente, Margot Robbie cumplió con las expectativas respecto a un evento de este tipo; sin embargo, el Chanel en rosa pálido no convenció. Probablemente, por la empaquetadura tan tradicional de la casa, algo que dista de la actitud de la actriz que, según redes sociales, debiese liberarse de contrato con la maison. ¿Free Margot?  Tal vez. Lo que es cierto, es que Jessica Chastain fue una de las mejores vestidas con ese deslumbrante vestido nude con incrustaciones de Óscar de la Renta. En la misma línea, Claire Danes llevó una silueta de Alta Costura de Giambatista Valli que fue de las pocas de este tipo durante la noche. Arte customizado que, aun así, dejó que desear.

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