Para Giambattista Valli, la Alta Costura es discreta y se aleja de las pretensiones, no busca seguir tendencias ni mucho menos ser algo que no es, sólo se trata de enseñar su propio ADN enraizado en la opulencia y la discreción. “Prefiero la excelencia”, comentó el diseñador al referirse a su propuesta Fall Couture 2023. Por ello, y como si se tratase de un acto reduccionista, la entrega solo se mostró a un selecto grupo de personas. El desfile íntimo se presentó en la nueva sede de la maison, y el italiano fusionó la feminidad con elegancia y la excepcionalidad a través de piezas que nacen desde la excelencia de la fabricación.  El hilo conductor se basó en los detalles y se centró únicamente en la riqueza del diseño y su visión artística.

El escenario fue iluminado con una suave luz rosa, mientras que las modelos desfilaban entre una cama también de rosas sobre el suelo, incluso, el salón estaba envuelto en el delicado aroma de la flor. ¿La razón? Todos estos elementos sirvieron para enseñar la visión artística respecto a cómo es la feminidad. Una que puede entrar en el estereotipo clásico de una mujer femenina, pero, también es capaz de ser versátil, atrevida y en algunos casos provocativa. Por ejemplo, una de las modelos lucía un sensual vestido negro con un escote strapless que dejaba ver sus tatuajes. Otra, un diseño nupcial en negro. Ambos representan esa dualidad que por años ha caracterizado a la población femenina; puedes ser delicada y al mismo tiempo sensual. Puedes llevar el cuerpo cubierto de tatuajes y utilizar bailarinas… Esta entrega es un reflejo del equilibrio femenino y sus múltiples expresiones.

Cortesía Giambattista Valli

Los vestidos largos con capas de tul y organza se entrelazaron con siluetas más rígidas y al mismo tiempo con cortes delicados que realzaban la silueta de la mujer. Y todo con la finalidad de entregar toques italianos reinventados, pero de forma elegante y distintiva. Incluso, el moodboard de la colección fueron fotos de archivo de talleres de costura de los años cincuenta en blanco y negro. “Eso se debe a que la idea de la Alta Costura flota a lo largo de los tiempos. En realidad no pertenece a una época específica”, explicó el diseñador. Por otro lado, los accesorios de la entrega y los estilismos suaves y neutros también ayudaron en la construcción de esta mujer natural y segura de sí misma que encuentra su génesis en la opulencia de la excepcionalidad.

Cortesía Giambattista Valli