#FLASHBACKFRIDAY: BALMAIN 2009, LA COLECCIÓN ROCK-CHIC DE DECARNIN
Por María Jesús Sielfeld - enero 10th, 2025
La Semana de la Moda de París de 2009 arrancó con una explosión de lentejuelas, tachuelas y una actitud rockera desenfrenada gracias a Christophe Decarnin. Su colección primavera-verano para Balmain dejó boquiabiertos a críticos y asistentes, quienes fueron testigos de un espectáculo que redefinió el glamour contemporáneo. Con la música de Madonna como telón de fondo, Decarnin convirtió la pasarela en una fiesta visual que parecía celebrar su apogeo creativo, aunque en retrospectiva marcaba también el inicio de su declive en la casa francesa.
Inspirada en el brillo y la audacia de los años 80, la colección tomó referencias del estilo icónico de Michael Jackson y las reinterpretó con la destreza que caracterizaba a Decarnin. Las chaquetas militares con hombreras sobredimensionadas, bordadas con cristales, capturaron la esencia de la opulencia ochentera. A esto se sumaron minivestidos drapeados con incrustaciones de Swarovski, jeans lavados a la piedra y sandalias de pedrería que se convirtieron en piezas codiciadas por celebridades y amantes de la moda por igual.
Cortesía Balmain
El impacto de la colección fue inmediato: celebridades como Beyoncé, Victoria Beckham y Kate Moss adoptaron rápidamente las icónicas chaquetas de hombros puntiagudos, mientras que marcas como Zara replicaron algunos diseños con tal precisión que fueron virales incluso antes de la era de las redes sociales. Decarnin supo capturar el espíritu de su época, ofreciendo moda que no solo era visualmente impactante, sino también una declaración de confianza y rebeldía.
Sin embargo, detrás de todo ese esplendor, Decarnin enfrentaba un desgaste emocional que lo llevaría a su partida de Balmain apenas dos años después. La presión del ritmo frenético de la industria y las altas expectativas lo sumieron en una depresión que lo alejó del mundo que había conquistado con su talento. Su colección de 2009 no solo fue un testimonio de su genialidad, sino también un reflejo de las tensiones de una industria que exige demasiado a quienes la lideran. El legado de este desfile sigue siendo relevante. Decarnin no solo revitalizó Balmain, sino que también redefinió cómo entendemos el maximalismo en la moda. Aunque su tiempo en la casa francesa fue breve, dejó una huella importante, probando que incluso en el exceso puede haber perfección.
Cortesía Balmain
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