EXUBERANCIA EN TOURBILLON: EL RELOJ ARCOÍRIS DE CARL. F. BUCHERER
POR CAMILA LAGOS - marzo 20th, 2023Como un reflejo de los hombres de hoy, Carl F. Bucherer (CFB) expandió sus límites con una celebración de sus 135 años de historia. El pasado se fusionó con el presente y con miras hacia la relojería del futuro, la firma lanzó una cápsula con sus cinco relojes más populares: Manero Toubillon Double Peripheral, Perpertual Calendar, Bigdate, Bicompax Annual y Flyback. Ediciones en un llamativo negro, hechas en carbono forjado y como una encarnación de lo que CFB representa: exploración, viajes y la búsqueda de nuevos horizontes. Siguiendo aquella línea, la marca lanzó su última iteración del Manero Tourbillon Double Peripheral, ‘Paradise’. Una edición limitada que presume una caja de oro rosa 18 quilates enmarcada por un bisel de espectro completo y cuarenta piedras preciosas, entre ellas, tsavoritas, zafiros y rubíes de talla baguette.
“Un hito contemporáneo que representa la absoluta diversidad de la vida moderna, creado para reflejar la mentalidad de los emprendedores actuales”, comentan desde CFB, agregando que esta joya en forma de reloj está destinada para personas desinhibidas, de mente abierta y que ven potencial en cada desafío. “Al igual que ocurre con estas personas, la celebración del color del Manero Tourbillon Double Peripheral Paradise no se puede definir en términos concretos. Por su naturaleza, un arco iris es la metáfora de la realización de nuestros sueños, y este reloj único nos indica que el paraíso está a nuestro alrededor, sea cual sea la forma en que elijamos definirlo”, agregan. Pero más allá de su llamativo diseño, es uno de los mejores relojes de la firma suiza. Una expresión del refinamiento supremo que, en su movimiento, incorpora 33 rubíes y las dos tecnologías periféricas características de la marca: un sistema de cuerda automática y una jaula de tourbillon ‘flotante’.
Cortesía Carl F. Bucherer
Exuberancia a prueba de golpes. El tourbillon no está montano en la platina, sino que se apoya periféricamente en tres rodamientos, dando la sensación de flotar en el espacio. Una prueba de magnificencia a la que se suman las cuarenta gemas. Piedras únicas y ensambladas minuciosamente para garantizar que se fusionen a la perfección entre sí, resaltando su aspecto y color natural. En tanto, en la esfera las piedras se unen para crear un efecto rayo de sol negro, concordando a la perfección con las gemas del bisel. A esto se suman las manecillas chapadas en oro rosa y una correa de caucho hibrido de aspecto dinámico y moderno. Son tan solo 18 unidades, cada una inspirada en el futuro y como una representación de un futuro más brillante, colorido y ligero.
Cortesía Carl F. Bucherer
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