Cada lugar tiene sus particularidades; sus mercados y bazares les dan un toque único e irrepetible a sus calles desgastadas, avenidas rotas o parques silenciados. Para que la ciudad brille hay que habitarla, recorrerla. Sacarle el provecho de un turista en un viaje, deleitarse con su arquitectura y aquellos detalles que la hacen especial. Una lavandería al más puro estilo neoyorquino o una barbería que evoca los años 20. No le temas a una navaja cerca de tu rostro. Bueno, no cuando estás en manos de expertos. Tampoco a un cambio de look, ni menos a llevar aquellos pantalones Prada o aquel sweater Versace a la lavandería. Disfruta la rutina y los pormenores de la cotidianeidad. Esos que hacen de cada ciudad un paraíso por descubrir. Esos que la hacen tuya.

Fotografías HENRY LOU

Edición de moda FAUSTI

Texto CAMILA LAGOS RIVAS