El mundo ha cambiado. Las revoluciones y transformaciones están en cada momento de nuestra vida, y gracias a estas, la industria ha replanteado sus bases más antiguas y poco inclusivas; adaptándolas a los nuevos contextos de las sociedades. Movimientos y luchas sociales sobre diferentes temáticas, han implementado en el debate público situaciones y grupos de personas que antes no formaban parte de la conversación.

El body postitive, la ropa genderlees o figuras emblemáticas como la fabulosa editora de Vogue Italia, Franca Sozzani, han logrado replantear la moda. Así, gracias a estos movimientos y personas, la industria se ha acercado a los conceptos de inclusión, igualdad y visibilidad. ¡Cambios impresionantes! Pues fue esta misma la que, hace años, implementó inconscientemente los estereotipos. No obstante, ahora busca transformarlos.

Cortesía de Getty Images

Es un hecho que los seres humanos estamos repletos de sesgos inconscientes y prejuicios preconcebidos que se forman por experiencias, vivencias y opiniones. Sin embargo, esto no es lo esencial, ya que lo relevante es reconocerlos, para cambiarlos y ser más empáticos. Siguiendo esta premisa, años atrás existían infinitos estereotipos hacia la figura femenina­ –que aún siguen existiendo–; “las mujeres no pueden usar pantalones porque se verán masculinas” o “las mujeres deben ser flacas y usar tallas pequeñas”. No obstante, y gracias a las mentes disruptivas de grandes diseñadores como Coco Chanel o Yves Saint Laurent, estos conceptos fueron quedando en el olvido.

Por otra parte, el replanteamiento global de los cánones tradicionales de belleza han sido la gran motivación de emblemáticas firmas para cambiar la estrategia. ¿Cómo? tratando de llegar a ser un poco más inclusivos y entendiendo que las sociedades aquejan mayores libertades y que la “perfección física” no existe. ¡Está de moda ser diferente! Hay que romper los estereotipos sobre la figura femenina, la diversidad corporal y la clasificación entre hombres y mujeres. Es momento de terminar con la era de los prejuicios y cambiarla por la década de la responsabilidad inclusiva.

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