Chatea con nosotros para suscribirte
Opinión

ESPECIAL 8M: LA MODA COMO HERRAMIENTA DE EMPODERAMIENTO

POR CAMILA LAGOS - marzo 8th, 2023

Cuando se trata de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, durante el ocho de marzo (8M), es normal que desde la moda se hable de las mujeres que la transformaron con sus diseños o voz de mando. Miuccia Prada, Stella McCartney, Iris van Herper y Maria Grazia Chiuri son unas de las diseñadoras que destacan en un mundo dominado por hombres. A ellas se suma la familia Fendi; hoy por hoy encabezada por Silvia Venturini, quien no solo ha se encargado de la dirección creativa de la línea masculina, si no también, de perpetuar el legado familiar. Eso en cuanto al diseño, en áreas como el periodismo o la edición de moda han sido Anna Wintour, Carine Roitfeld, Diane Vreeland, Franca Sozzani y Anna Piagg son tan solo algunas de las encargadas de posicionar a la industria, sus marcas y diseñadores como un silencioso ente que mueve los hilos del cómo nos vestimos.

Si bien existen muchas más, la participación femenina en, por ejemplo, la dirección ejecutiva de grandes marcas alcanza un 14 por ciento según datos de 2018. El estudio realizado por Glamour de Reino Unido, en colaboración con el Consejo de Diseñadores de Moda Americana (CFDA) y la consultora McKinsey, reveló que “los hombres tienen un veinte por ciento más de posibilidades de alcanzar posiciones ejecutivas que las mujeres”. Cifras que se replican incluso a las direcciones creativas de las casas que, en su mayoría, son dirigidas por hombres. Una paradoja considerando que se trata de una industria dirigida hacia las mujeres y, sin embargo, gobernada por hombres que incluso han llegado a revolucionar las culturas y sociedades con sus diseños. Uno de ellos fue Yves Saint Laurent y su emblemático esmoquin; un ícono que revolucionó los closets y que fue precedido por el pantalón de Chanel. Prendas tradicionalmente masculinas, que al igual que la minifalda de Mary Quant, el bañador de dos piezas o el despojamiento del corse, cambiaron el curso de la historia. Año tras año, estos modelos son revisitados con el fin de alzar el mensaje de empoderamiento que se esconde tras la ropa.

Cortesía Vivienne Westwood, Saint Laurent y Dior 

Por supuesto, el visite histórico de las protestas en pro de las minifaldas (1966) o la quema de sujetadores (1968), también resurge en el marco del 8M. Y cómo no. A pesar de que han pasado más de cuatro décadas desde la instauración oficial del Día Internacional de la Mujer, la lucha sigue intacta. La moda continúa siendo una herramienta de lucha y empoderamiento. Ya sea desde el vestir consignas políticas como: “soy mi propia musa” de Viktor & Rolf o “todos debiésemos ser feministas” de Dior by Maria Grazia Chiuri o hasta la decisión de llevar o no ciertas prendas. O incluso, el optar por consumir piezas sostenibles como las de Stella McCarteny y Vivienne Westwood. También, aquellas pertenecientes al slow fashion, aquel movimiento que re dignifica la labor de costureras y diseñadoras y que, sin embargo, continúa siendo opacado por el fast fashion que tras las toneladas de basura que produce, esconde una profunda precarización y sobreexplotación laboral. Sin ir más lejos, en 2013 cayó el edificio Rana Plaza, en Daca, Bangladesh. Un espacio que albergaba a cuatro mil trabajadoras y trabajadores de la industria textil, de los cuales, trescientos fallecieron debido al colapso, siendo un ochenta por ciento de ellos, mujeres y menores de edad. Decidir qué usar es una forma de empoderamiento y lucha que debe ser reivindicada. Tal como lo hizo Marlene Dietrich en la década de 1930 o Katherine Hepburn en 1960, cuando llevó los trajes masculinos a la pantalla chica.

Cortesía Getty Images

Share

0