Creado por la mente brillante y perfumista de Dior, François Demachy, la nueva fragancia de la casa parisina es una profusión de flores que seducen y despiertan, envuelven y estimulan, y hacen surgir una luz envolvente y refrescante. ‘Miss Dior Eau de Parfum’ se reinventa espectacularmente en un ramillete colorido, fresco y sensualmente aterciopelado.

Por: HERNÁN CRESPO

Fotografías gentileza: DIOR

En diciembre de 1947, Christian Dior lanza ‘Miss Dior’, apareciendo, por primera vez, en forma de ánfora, llegando a reforzar con sus curvas su carácter femenino. Esa botella cambió en 1950 para convertirse en el frasco que todos conocemos: tallado en cristal con pata de gallo y una distinguida cinta. Hoy, el emblemático envase seduce sin rodeos con su lazo metálico texturizado trabajado como el más sutil de todos los tejidos. Es atemporal, de una elegancia de Alta Costura y de una impertinencia sexy. Atractivo, lúdico, moderno e impreso con los eternos códigos, Dior encarna la personalidad de ‘Miss Dior’ en toda su espontánea distinción. La fragancia nació joven y seductora, lo que todo el mundo quería ser en aquella época, pero pocos se atrevían. Sin embargo, le faltaba el nombre. La escena se remonta a un frío día de febrero en el taller parisino del modista. Christian Dior ultimaba su primer desfile —una colección que luego sería bautizada como ‘New Look’— y se encontraba con sus más cercanos colaboradores intentando buscarle un título al invento. Mitzah Bricard, su gran musa, caminaba de un lado al otro de la sala sin encontrar el adecuado, cuando se dio cuenta de que había entrado discretamente en la habitación Catherine Dior, y dijo: “Bueno, ¡aquí tenemos a… CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #41 SUSCRÍBETE AQUÍ