“El nuevo club más popular es la venta de muestras de Rachel Comey”. La diseñadora ha puesto su nombre en boca de todos con su excentricidad y dejo de oscuridad. Su colección Pre Fall expresa su esencia y la de su marca. Con colores apagados, audaces estampados y texturas impredecibles es que sorprende con cada nueva propuesta, esta no fue la excepción. Su forma de ver la moda denota cierta cercanía con la mirada de Alessandro Michele en Gucci, siendo ambos todo menos minimalistas.

La campaña fotográfica para presentar la colección sigue una estética oscura, extravagante y ligeramente sensual. El uso de rejilla es un recurso frecuente que le da un toque más candente a los looks, lo vemos en medias, tops y unos pantalones. Los patrones como rayas y rombos también se hacen presentes, mezclados con muchas piezas denim. Un simbolismo de liberación es evidente con los corpiños recortados o el monokini a la Rudi Gernreich, al igual que las espaldas descubiertas. Éstas van pensadas específicamente para el clima neoyorquino que poco a poco ha subido la temperatura.

Cortesía de Rachel Comey

Uno de los diseños que más capta la atención es el vestido lencero de seda moteada pintado con frutas y flores, con huellas imperfectas. Asimismo, el karate gi denim teñido con shibori. Las prendas holgadas como túnicas y abrigos de mezclilla contrastan con los tejidos particulares de Rachel. Piezas acanaladas a rayas van recortadas bajo el busto. Tras esta colección resulta difícil no ver a Comey en todos lados. Sobre todo, considerando su última colaboración con Target, en la que lanzó un abrigo acolchado ideal para el día a día.

Cortesía de Rachel Comey