Debemos dar las gracias porque aún tenemos la capacidad de asombrarnos, y debido a esto podemos disfrutar de creaciones impresionantes. La nueva colección Primavera/Verano 2022 de Thom Browne para hombres es simplemente increíble. Su regresó a Nueva York fue por las puertas grandes, dejando a todos con ganas de maravillarse con más. La temática de la campaña evocó un jardín mágico post-género que desafió todo lo que la sociedad considera masculino.

El diseñador estadounidense es considerado como el gran maestro del gesto. Pues a través de sus confecciones relata increíbles historias. Así, esta vez se basó en la historia de dos ancianos que quedan atrapados en las estatuas de su jardín. Por supuesto, la manera de presentar esta breve narración fue con la ayuda de modelos. Los cuales lucían un impresionante diseño de capas bordadas con miles de flores de seda. ¡Wow!

Browne nos acostumbró a que las cosas pueden dar un giro inesperado y esta ocasión no fue la excepción. Pues mientras los modelos desarrollaban el relato, dejaban caer las capas de flores de seda, exhibiendo la creatividad del diseñador americano. El desfile fue todo un cuento mágico y con el pasar de los minutos, todo mejoraba. Ya que el evento no fue solo para dar a conocer la campaña, sino para deslumbrarnos con una imponente teatralidad. De esta forma, llenó los corazones de los espectadores con una hermosura genuina. Además, Thom aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la facilidad de usar ropa a lo largo del tiempo.

Cortesía de Thom Browne

El diseñador confeccionó 200 piezas increíbles. Las cuales son una oda al amor hacia la moda estadounidense; que, además, iba en relación con el dress code de la MEt Gala celebrada el lunes pasado. Por otro lado, los diseños de la campaña se presentaron en colores vivos, con inspiración en estatuas reales. Sin duda, una colección muy acertada para la carrera de Thom Browne. Una trayectoria que, sin duda, está próxima a convertirse en un ícono para la moda, pues dejará un legado sumamente relevante.

Cortesía de Thom Browne