EL BRILLO DEL STRASS: LA NUEVA Y COLORIDA MICRO LADY DIOR
POR CAMILA LAGOS - abril 1st, 2022Tan hechizante como deslumbrante. Lady Dior es un clásico. De hecho, ni siquiera es necesario mencionar que se trata de una cartera para que sepas de qué hablamos. Desde su creación en 1995 se ha alzado como ícono de libertad y elegancia, tal como Diana de Gales, su musa inspiradora. En honor a ella, en 1996 fue bautizado como Lady Dior, acompañándola en más de una ocasión y, además, convirtiéndose en un mito, cuyo entramado de rejilla y piel se renuevan cada temporada. Con la misma popularidad que la princesa, el bolso ha cautivado al público con un semblante clásico, que incluso con acabados de seda o tweed permanece intacto. Hasta el pop más atrevido y la modernidad más absoluta pueden irrumpir en aquella silueta sin alterar su carácter sobrio y sofisticado. Ni siquiera, la explosión de colores del prêt-à-porter de Primavera/Verano 2022.
La colección primaveral de la maison llevó la diversión a la icónica pieza. Con una exquisita combinación de audacia, pop y modernidad, el Lady Dior se renovó bajo el brillo del strass. El clásico cannage fue reemplazado por cientos de diamantes falsos. Aquel cristal de acrílico que se popularizó en las vestimentas performáticas de las y los músicos de los 70 y 80 como Elvis Presley o la actriz y cantante country Dolly Parton. “Pedrería barata” que, sin embargo, encanta por su versatilidad y centelleo casi original. Por sus dejos nostálgicos que nos remontan a la infancia, a los juegos de rol donde simulábamos ser princesas y aquella inocencia cubierta de ilusión. Son esas las emociones que Dior encapsula para su pasado Spring/Summer 2022. Una colección que a través de los rhinostones, incluyó el pop del Y2K y lo combinó con una atrevida y despreocupada oda a la libertad.
Imágenes de Pol Baril
Cortesía de Dior
Bueno, tan despreocupa no. La casa se caracteriza por su excepcional saber-hacer, su pasión por los detalles y aquel distintivo trabajo artesanal que se plasma en cada accesorio. Ya sea en las botas y ballerinas Dior Arty o en la Micro Lady Dior. Con un proceso que implica paciencia y precisión, cada pieza de strass cuadrado fue ensamblado a mano por los artesanos de Dior. Uno por uno, como un rompecabezas. Los diamantes de imitación fueron meticulosamente aplicados en las distintas piezas de la colección que cobró vida en los talleres italianos de la maison. Desde ahí, la modernidad y los colores comenzaron a iluminar todo. Más de 1.100 piedras para el icónico bolso y casi tres mil para el calzado. Procesos de más de tres horas que solo demuestran el savoir-faire inmaculado de la firma, cuya pedrería multicolor llegará a las tiendas – presenciales y virtuales – a comienzos de abril.
Imágenes de Pol Baril
Cortesía de Dior
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