¿$1.900 dólares –como mínimo– por una bolsa de papel? ¡Sí! Eso sí, siempre y cuando lleve un meticuloso Bottega Veneta en la parte inferior. Parece papel, sí; pero en realidad es piel: elegante y suntuosa piel de becerro. En un neutro y natural tono ‘Kraft’, la nueva Bottega bag revela un tote simple, estructurado y sin detalles. A simple y primera vista, es casi imposible pensar e incluso notar que se trata de cuero genuino; sin embargo, al observar el interior, la gamuza sobresale para manifestar su composición real. Una pieza elegante y cuya versión pequeña no supera los 26 centímetros de altura y los 20 de ancho. El tamaño perfecto para transportar tus objectos diarios o un par de compras de supermercado, aunque siendo honestos, ¿quién se aventuraría a llevar un yogurth –con riesgo de que se reviente– en un bolso de $1.900 USD?

Su versión mediana alcanza los $2.500 USD, manteniendo las mismas características, pero en un modelo más cuadrangular, de 32 x 32,5 cm. Tote bags de un solo compartimiento, hechos en Italia y con el sello innovador de Bottega, que, implementando su marroquinería, logra efectos inauditos, ya sea de lana o denim. Prueba de la excelencia de la casa hoy dirigida por Matthieu Blazy que, a través de sus recientes colecciones, ha extendido el legado y la labor de la maison. Básicos en cuero, pero que ahora, de una u otra forma, nos devuelven a la magnificencia del papel; mismo que cobra mayor sentido a menos de una semana de Met Gala. Esto, debido la importancia del material en los sketches de Karl Lagerfeld, cuya trayectoria será retratada en el evento más importante de la moda.

Cortesía Bottega Veneta

Hace al menos dos temporadas, este noble material se ha apodera de la industria, las marcas lo han implementado en sus pasarelas y han simulado su textura en sus prendas y colecciones. Quizás, por los tiempos de crisis en los que está inmersa la sociedad y su búsqueda de simpleza. El quiet luxury se ha alzado de maneras impensadas y el papel, por su parte, también ha hecho lo suyo. Por ejemplo, para su presentación de Spring-Summer 2023 Prada cubrió las paredes y el piso de la Fondazione Prada con papel negro y color Kraft. En tanto, más de un look fue hecho de papel “el material más simple y modesto”, según dijeron desde la casa. Vestidos cuto color y estampado no llegaba a los bordes, pero sí, respondía a un lienzo recién pintando. Y lo mismo hizo Jil Sander en 2012, eso sí, con bolsos de papel iguales a aquellos que se utilizan para llevar la comida. Bolsas en papel estucado y con sofisticadas costuras, además, del logo de la marca y un -elevadísimo-precio aproximado de $260 USD. Claro, Bottega –previo a Matthieu Blazy– también implementó una colección de bolsos de papel denominada ‘Kraft’ y hecha a partir de cartón corrugado reciclado.

Cortesía Chanel, Prada, Bottega Veneta y Jil Sander