Chatea con nosotros para suscribirte
Fashion, News

ECLECTICISMO Y SUSTENTABILIDAD: LO MEJOR DE COPENHAGE FASHION WEEK

POR CAMILA LAGOS - agosto 17th, 2022

La ciudad más feliz del mundo. También, una con los estándares de vida más altos. Eso es Copenhague, la capital de Dinamarca y el epicentro de la sustentabilidad y el eclecticismo en la moda. Sin embargo, aquellos estándares no se traducen en la opulencia y ostentosidad de los objetos, sino, en un bienestar vivible; que se respira entre las calles repletas de naturaleza y que se comparte mediante una sencillez calma y cálida. Precisamente, características que se plasman en el Copenhagen Fashion Week (CPHFW). Un evento que se celebra desde 2006 y que, en 2019, se convirtió en la única semana de la moda en Escandinavia. Un movimiento estratégico que buscó fortalecer a las y los creativos de la zona y unificar su industria textil. Pero un año antes, en 2018, la sostenibilidad irrumpió en la junta asesora e hizo del CPHFW un sinónimo de cuidado medioambiental y técnicas sustentables; reducción del impacto climático y una propuesta zero waste en cuanto a los materiales.

El énfasis medioambiental es tal que las firmas participantes deben demostrar que al menos el 50 por ciento de sus prendas están compuestas por materiales ecológicos. Una premisa que lo posiciona en la vanguardia textil y que hace del CPHFW un idílico encuentro entre la moda y la ecología. Paralelamente, lo convierte en el escenario ideal para el debut de talentos emergentes. Entre ellos, P.L.N, Roge Hove y Latimmier. Esta última, una firma finlandesa fundada por Ervin Latimer, quien, a través de sus diseños busca expandir la noción de masculinidad y expresarla de distintas formas. Piezas unisex de carácter desafiante y audaz, pero también, con un sentido profundo que va más allá de la belleza o la funcionalidad. Su lanzamiento fue en enero del presente año y con una colección de Fall-Winter que se apoderó de Pitti Uomo. Ahora, la marca ha llegado con su entrega de Spring-Summer a Dinamarca, al CPHFW celebrado entre el nueve y 12 de agosto.

Denim, tiros bajos, un Y2K sustentable y prendas unisex. Esas son algunas de las características compartidas en las pasarelas del SS23 de CPHFW. ¿Los encargados de abrir de la agenda? Las y los estudiantes de The Royal Danish Academy, quienes, como cada año, sorprendieron con la continuación del programa lanzando en 2020: “Un Nuevo Paisaje para el Cambio”. Moda, ropa y textiles que nacieron como una respuesta local a una crisis global. Una premisa que se enmarcó la pandemia provocada por el Covid-19, pero que se ha extendido al inminente colapso ecológico del mundo. La necesidad de repensar la moda, las formas de consumo y producción se encapsularon en la entrega que contó con materiales creados por el alumnado; encajes y telas hechos a mano y de suma calidad que a la vez responden a las necesidades reales de las personas. “Cómo las prendas pueden crear valor para el usuario” es una de las principales premisas del curso que, de acuerdo con la profesora Else Skjold, “se basa en las tradiciones danesas para la empática y la colaboración del usuario. Esa es la columna vertebral del diseño danés”. Cada estudiante presentó un diseño y concepto distintos; algunos como una carta de amor a la comunidad trans y otros como una expresión desgarradora de lo qué es la industria actualmente. En general, un híbrido en constante transformación.

Cortesía The Royal Danish Academy

En las calles y a las afueras de su nueva boutique, Baum und Pferdgarten presentó su SS23. Fuerte y seguro. Un viaje al pasado que, contrario a las tendencias y las mismas generalidades del CPHFW, dejó el Y2K y abrazó los 80 con bloques de color. Purpuras intensos, fucsias y rosas llamativos. Todos sobre siluetas fluidas, simples y de cortes minimalistas. Los estampados clásicos de la firma quedaron en el pasado, o por lo menos, momentáneamente. Ahora es tiempo de llevar tonalidades saturadas y eco-cueros que reinventen la atemporalidad. Precisamente, un concepto que definió la pasarela y sobre el cual pensaron en demasía: “¿Qué significa atemporalidad cuando miras la ropa? La atemporalidad no es lo mismo que un fondo de armario atemporal para nosotras es algo que se ve hoy”, comentó Rikke Baumgarten, agregando que, además, ““Fue divertido trabajar con bloques de color y encontrar algo nuevo que hacer en lugar de todas nuestras impresiones”.

Cortesía de Baum und Pferdgarten

Extremos en contraste y un equilibrio que reaparece de a poco. Después de un vaivén exploratorio, parece que Saks Potts ha vuelto a encontrar su camino. Esto, gracias a la (re)conexión con el público y sus propias diseñadoras: Catherine Saks y Barbara Potts. Pantalones holgados y de tiro bajo, tops halter y jeans de tipo carpintero. ¿La inspiración? María, princesa heredera de Dinamarca. Según Potts, “cuando Mary “se mudó a Dinamarca en agosto de 2002, era una chica corriente que trabajaba en Microsoft… Y siempre había fotos geniales de ella con ropa minimalista, pero con un toque bohemio”. Siendo aquellos looks los que definieron el SS23 de la firma. Un Y2K simple y sustentable – claro – que, aun así, sorprende con destellos dorados que se pasaron en bikinis, trajes de baño de una pieza, tops, chaquetas y hasta vestidos ideales tanto para el día como para la noche. ¿Desprendían elegancia? No precisamente, pero en parte, ese es el espíritu de los 2000. Una despreocupación simple y bohemia, con flecos y cortes sencillos. Incluso, blusas a la cadera que evocan a las de principios de siglo. Un abrigo de cuero sintético, mezclilla y otros textiles de apariencia relajada.

Cortesía de Saks Potts

“Imágenes de cosas que sentí que se veían frescas”. Con aquella frase, Maja Dixdotter, la diseñadora detrás de Malene Birger definió su SS23. Una colección que siguió la ruta bohemia de la firma, sin embargo, con una elegancia sublime y minimalista, donde las calles danesas irrumpieron con el frescor que las caracteriza. Tulipanes y una paleta neutra. En resumen, la máxima expresión de la relajación; los tonos blancos y beiges dominaron las prendas que, de tanto en tanto, sorprendieron con unos rojos intensos y unos negros perfectos. Todo, en cortes rectos compuestos por telas fluidas y livianes que se alinearon a la perfección, cayendo sobre los cuerpos con delicadeza y libertad. La libertad del movimiento y de los flecos que compusieron la entrega. Estos, en tres variaciones; largos y profundos, cortos y apilados y los últimos con bordes sin rematar. Probablemente, la colección más representativa de lo que es la moda escandinava; una oda a la naturalidad y la simpleza sublime que habita Dinamarca.

Cortesía de Malene Birger

Ganni ha forjado su nombre en la industria y sus colecciones suelen ser una exquisita combinación entre la sustentabilidad que caracteriza a la moda escandinava y una explosión de colores definida por la alegría. El Spring-Summer 2023 no fue la excepción y lo que fue el fruto de una lluvia de ideas colaborativas, se apoderó un muelle teñido con tiza. ¿Una alusión a la infancia? Quizás. Sin embargo, a la infancia de la Generación Z. Con un Y2K ecléctico, de mezclas exuberantes y aun así encantador. Probablemente, el lugar y la puesta de sol que siguió al show ayudaron a crear ese ambiente nostálgico y divertido. Una carta de amor a Copenhague que se manifestó a través de colores llamativos y prendas que fácilmente se pueden relacionar con el lugar, sus influencers y más. “Realmente queríamos celebrar el sentimiento que tienes cuando caminas por la ciudad… se siente tan libre”, explicó Ditte Reffstrup y no hay forma de contradecir sus palabras. Incluso las postales de la pasarela se sienten como una oda a la libertad y la relajación de la ciudad. El verano como un compañero eterno y las bicicletas como una necesidad o una manera de escaparse de la realidad, de meditar y recorrer el corazón de Dinamarca. Precisamente, fue la campeona de BMX, Malene Kejlstrup quien inauguró la pasarela de la firma. Se subió a su bicicleta y realizó algunos trucos. Luego comenzaron a aparecer las modelos con looks de denim sobre denim, transparencias e incluso brillos. Los pantalones a la cadera fueron un infaltable al igual que las minifaldas de mezclillas, las botas vaqueras o los vestidos fruncidos y ceñidos al cuerpo. Asimismo, la diversidad corporal; modelos con distintas corporalidades lucieron los modelos de Ganni, siendo una premisa que se replicó en casi todas las presentaciones de CPHFW. Una semana definida por el eclecticismo, la sustentabilidad y la aparición de firmas que, con sus colecciones celebran al planeta y su diversidad.

Cortesía de Ganni

 

Share

0