DUBÁI SE VISTE DE PRADA: DOS NUEVAS BOUTIQUES EN EL EXCLUSIVO BÂOLI BEACH CLUB
POR MARÍA JESÚS SIELFELD - diciembre 2nd, 2024Cuando Prada hace un movimiento, el mundo toma nota. Esta vez, la casa italiana eligió las costas de Dubái para su más reciente incursión, abriendo no una, sino dos boutiques en el exclusivo Bâoli Beach Club. No se trata de tiendas comunes, sino de espacios que encarnan la esencia de la marca y llevan su distintivo estilo al vibrante escenario playero. Pero, ¿qué motivó a Prada a llevar su visión al mar?
La decisión de la marca de instalarse en este sofisticado club de playa no es casualidad. Dubái, conocido por ser un punto de encuentro entre cultura, modernidad y opulencia, ofrece el escenario perfecto para fusionar moda y estilo de vida. Ubicado en el emergente J1 Beach, el Bâoli Beach Club representa el primer concepto playero de la firma Bâoli, que ya ha triunfado en ciudades como Miami y Cannes. Prada se convierte en la única marca de moda en integrarse a esta propuesta, consolidando su conexión con entornos que trascienden la pasarela tradicional.
Cada boutique tiene un propósito claro. La primera, de 50 metros cuadrados, está dedicada a accesorios de cuero para hombres y mujeres. La segunda, más grande con 70 metros cuadrados, se especializa en prêt-à-porter y calzado. Ambas destacan por su diseño ovalado y sus fachadas adornadas con el característico patrón triangular de Prada. En su interior, el icónico verde pálido de la marca se combina con paneles a rayas, muebles de bambú y elementos que evocan el diseño italiano de los años 50. El resultado es un equilibrio entre la tradición y la innovación, una firma que Prada domina a la perfección.
Cortesía Prada
El entorno también juega un papel protagonista. Con áreas como el Sun Deck en forma de pétalo, el Sunset Lounge para disfrutar de las vistas al atardecer, y el speakeasy Moon Room, el Bâoli Beach Club es más que un club de playa: es un destino que ofrece una experiencia multisensorial. Prada, al unirse a este concepto, no solo busca exponer sus colecciones, sino crear un espacio que invite a los clientes a vivir el espíritu de la marca en un entorno único.
Esta no es la primera vez que Prada sorprende con ubicaciones inesperadas. El pasado septiembre, la marca inauguró una tienda temporal en el puerto Marina Port Vell de Barcelona durante la Copa América de vela, reforzando su conexión con el equipo Luna Rossa Prada Pirelli. La estrategia detrás de estas aperturas inusuales es clara: llevar la moda a lugares emblemáticos donde se puedan establecer vínculos culturales y emocionales con su audiencia.
Cortesía Prada
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