DROP 2/22: CELEBRANDO LA HERENCIA ARABE DE AMINA MUADDI
POR CAMILA LAGOS - agosto 12th, 2022Desde el Cairo, con Imaan Hammam como protagonista y con Dexter Navy tras el lente. Drop 2/22 celebra la herencia árabe de su propia diseñadora: Amina Muaddi. De padre jordano y madre rumana, Muaddi es una nómada que, a dónde sea vaya, lleva consigo el legado de sus tierras. “Tenía una familia numerosa y muchos primos con los que jugaba todo el tiempo”, comentó la artista, recordando aquel jardín familiar repleto de higos y olivos. “Hasta el día de hoy, cuando pruebo los higos recuerdo a Jordan”. “Tenía muchas ganas de hacer algo significativo, una oda a mi herencia árabe y una celebración de nuestra cultura”, explicó Muaddi entre recuerdos y creaciones que confluyen en una entrega ensalzada por la diversidad cultura. Y no solo la de ella, sino, la de la modelo holandesa con ascendencia marroquí-egipcia e incluso, la del fotógrafo londinense con ascendencia egipcia.
Vivió en Amman, estudió en Milán y diseña en París. Se mueve por el mundo con tacones en forma de copa de Martini al revés. Stilettos, sandalias, botas y hasta carteras impregnadas por el brillo de occidente o las sedas del desierto; mismo que sirve como fondo para su reciente lanzamiento. La mujer árabe en un entorno moderno, donde las exuberantes alfombras dan paso a un calzado vanguardista; de tiras finas y metalizadas; denim con cristales o plataformas cristalinas. Diseños ceñidos al trabajo habitual de Muaddi, quien ha decidido presentarlos en un contexto completamente nuevo, lejos de la opulencia parisina o el atrevimiento milanés. Más bien, en la cotidianidad arábica, en el corazón egipcio o hasta en la infancia de la diseñadora. En las postales, Hammam de blanco, rosado o en una combinación de colores que alude a la exuberancia explorada por Muaddi. Y en paralelo, el humo de las hookah desdibujando los atardeceres.
Cortesía de Amina Muaddi
Tierra, palmeras, taxis y adoquines. Brillos y diamantes. Una combinación que celebra la diversidad que forjado el trabajo de Muaddi, pero también, su herencia árabe. Aquella que la ha convertido en el Manolo Blahnik de millennials y centennials o que nos ha enseñado cómo volver a lucir los tacones; lejos de lo estático y abrazando un nomadismo imparable. De aquí para allá y de allá para acá; sin fronteras, pero siempre celebrando la cultura y la herencia. “Este proyecto es importante porque está cerca de nuestros corazones”, mencionó la diseñadora, agregando que: “No hay suficiente representación y atención en las personas con nuestros antecedentes. Fue crucial para mí trabajar con un equipo casi enteramente árabe”.
Cortesía de Amina Muaddi
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