Dos puntos y una línea, como el clásico emoji, cuya inexpresión nos ha acompañado desde los días de MSN hasta la evolución de los sistemas de mensajería. Ya no es un simple punto acompañado de un guion bajo y otro punto, sino, una cara que cumple la misma función: 😐. Indiferencia o neutralidad. Las emociones están en un limbo, donde no hay sorpresas. Ni feliz, ni triste, solo respirando… Quizás, con dejos nihilistas y con la conformidad gobernando nuestras vidas; en definitiva, en punto intermedio. Pero el emoticón es mucho más y representa una parte esencial de moda sueca, especialmente, de Acne Studio y su sub-línea “Face”. La primera vez que apareció aquel rostro fue para el Otoño/Invierno de 2013 de la firma, como un decorativo de un bolso de mano. Sin embargo, cuatro años después, en 2017, el motivo facial se convirtió en una sub-colección permanente.

Juventud, informalidad y un prêt-à-porter unisex. Las prendas y accesorios enmarcados en Face Collection exploran el arte y la moda de una manera más juvenil y subversiva. Se desmarca de la línea principal de Acne Studios y de aquella sobriedad pastel y moderna que caracteriza a la firma creada en 1996. Acne, el acrónimo de Ambition to Create a Novel Expression y Face, una oda a la adolescencia. “En mi país te educan para convertirte en alguien conformista, para integrarte en el grupo y no destacar nunca”, comentó en alguna oportunidad Jonny Johansson, fundador de la casa sueca que, a través de sus creaciones, ha redefinido la modernidad escandinava. Un cuadrado y un minimalista “Acne Studios” componen el logotipo de la marca que en su sub-línea, cambió todo con dos puntos y una línea 😐. Un simple emoji que, de seguro, nunca te cuestionaste de dónde proviene.

Cortesía de Acne Studios – Face Collection

“Estábamos haciendo una prueba para un espectáculo y no teníamos bolso, siempre debes tener un bolso cuando haces un espectáculo. Así que tomé una hoja de papel y dibujé a este chico sueco. En lugar de una carita sonriente, Dibujé una cara cuadrada de una línea recta y dos puntos para los ojos”, explicó Jonny, director creativo y fundador de Acne Studios. Una historia que se remonta a 2013 y que se relaciona con el prototipo ciudadano de Suecia. “No demasiado feliz, no demasiado triste, pero en algún punto intermedio. Langom en sueco. Desde entonces apareció en otras cosas y se hizo cada vez más grande”, complementó el diseñador, agregando: “más que dejar que se me fuera de las manos, pensé que tenía que pertenecer oficialmente a la familia Acne: comencé a pensar en lo que significa la familia para mí y lo qué es importante dentro de las familias”.

Una historia que cambia por completo la inexpresión del emoji, llenándolo de emoción y familiaridad. A la vez, convirtiéndolo en el emblema de una casa que no sigue los imperativos de la moda, y menos, los de su país de origen. El prototipo neutro y poco llamativo de Suecia se transforma mediante Acne Studio, su sub-línea “Face”, y por supuesto, su director creativo. Un conjunto que habla por sí mismo y que, a pesar, de llevar en sí la conformidad, va por más. Incluso, centrándose y homenajeando la familia y los orígenes suecos: “Estaba pensando en mi propia familia y en cómo, en un momento de nuestra historia familiar, todos nos vestíamos igual”, mencionó Johansson. Neutra e inexpresivamente, como un emoticón que no expresa mucho y, sin embargo, lo expresa todo.

Cortesía de Acne Studios – Face Collection