“Start your fashion research here”. Desde que se fundó en 2010, Lyst ha dominado el mercado online de la moda. Su plataforma alberga a 17 mil marcas, ocho millones de productos y más de dos mil millones de usuarias y usuarios. Cifras impactantes que cada tres meses revelan la lista de los más buscados. ¡The hottest’s products! Firmas, artículos o incluso, épocas. Así, los resultados del tercer trimestre del año posicionaron a las Adidas Yezzy como la zapatilla más popular entre los hombres, mientras que, entre las mujeres fue el tote bag de raffia de Prada. Pero no solo eso, el ranking también posicionó al 2yk como el periodo con más búsquedas. Por si fuera poco, impactó con Balenciaga en el top 1 de las firmas más buscadas.

No es una novedad que la maison esté en el Top 10, pero que haya desplazado a Gucci del anhelado primer lugar solo se debe a tres nombres: Justin Bieber, Kim Kardashian y YE (Kanye) West. Una irrupción en la cultura pop que devolvió el éxito a una firma que por mucho tiempo estuvo en el olvido, por lo menos, mediático. Sin embargo, su alza popular no comienza en este último trimestre, sino, mucho antes e incluso, de la llegada Denma Gvasalia a la dirección creativa. Sin duda, la marca vivió sus años mozos entre 1919 y 1968 con su fundador, Cristóbal Balenciaga, al mando. Lamentablemente, el Couturier español no se adaptó a los cambios, requerimientos, ni crisis de aquellos años y cerró su casa. Una decisión que nos arrebató a la Alta Costura original, las confecciones pomposas y la grandeza del considerado “el Da Vinci” de la moda.

Cortesía de Balenciaga

El retiro de Cristóbal significó años de oscuridad para la moda. No de forma absoluta, pero sí, metafórica. El diseñador hacía Alta Costura incluso sin quererlo. Su capacidad de transformar una simple tela en un magnífico vestido era sorprende y a pesar de que surgieron grandes e icónicos diseñadores en la debacle de Balenciaga, ninguno estuvo a su nivel y quizás, ninguno lo vuelva a estar. En 1972 falleció el Couturier y 15 años después, la maison volvió a la vida de la mano de Michel Goma, quien la dirigió entre 1987 y 1992. Posteriormente, comenzó la era de Josephus Thimister. Con un minimalismo sumamente delicado y moderno, el holandés terminó por revivir a la marca con una visión pura y auténtica. Además, la acercó a la sociedad con una reinterpretación del arte sencilla, pero poética. Sin embargo, la verdadera grandeza de la casa no llegaría hasta su salida.

En el 97, Thimister dejó Balenciaga y llegó Nicolas Ghesquière. En 15 años, el francés sublevó los mates, brillos y las texturas de formas impresionantes, futuristas y clásicas.  Una combinación que aún se puede en sus creaciones para Louis Vuitton. Maison a la que llegó tras su salida de “Balon, Ballon, ¡Balenciaga!”, como diría Homero Simpsons, en 2013. Por un corto periodo, Alexander Wang dirigió la casa española, comenzado a gestar lo que después sería la era de Gvasalia: una epitome cultural. Ya en 2015, Denma llegó a la dirección creativa y el refinamiento grunge de Wang se convirtió en una irreverencia donde todo es posible. Incluso, pasamontañas, polerones desaliñados, colaboraciones con Gucci, Fortnite o los Simpsons y hasta, la vuelta -en su máximo esplendor- de la Alta Costura.  Un Haute Couture que se tomó el MET Gala y que ensalzó a la maison con su irrupción en el pop y un trimestre lleno de éxitos.

Cortesía de Balenciaga