Hay quienes esperan con ansias la navidad, y también quienes -como yo- esperamos el año nuevo. En tan solo una semana, diciembre nos regala dos de las mejores noches del año, y a pesar de cada una tiene su encanto, no hay dudas de que el 31 de diciembre cautiva con esa mezcla entre fiesta y tradición. La cumbia de la sonora de Tommy Rey comienza a sonar, y los fuegos artificiales se apoderan -por último año- de Valparaíso. En Temuco, por ejemplo, este tipo de espectáculos hace varios años que son parte del pasado. Un triunfo para las y los animalistas y un ahorro para las municipales de distintas zonas. Pero volviendo a la magia de Nochevieja, la víspera de un nuevo ciclo en el calendario gregoriano se festeja de formas muy diversas, aunque todas con algo en común: la esperanza de un buen y mejor futuro.

Uvas, lentejas, opulencia por doquier y los mejores trajes. El año nuevo se espera con el afán de que nada falte, de dejar lo malo atrás y obvio, aspirando a más. De ahí que las tradiciones indican que lo ideal es vestir ropa nueva. Esto con el fin de llamar a la abundancia y en la misma línea, el oro es un gran aliado. Además, ensalza todo outfit, los que, por cierto, tienden a moverse en una determinada gama cromática: el clásico negro, que con su elegancia se vuelve el protagonista de cualquier ocasión, mientras que el blanco, con su apacibilidad invita a purificar las energías. Un tono ideal para nuevos comienzos, llenos de prosperidad y buenas noticias. Por su parte, el rojo simboliza la pasión y el amor. De esta manera, según las creencias populares este color es perfecto para quienes están en búsqueda de una pareja. Tanto el amarillo como el dorado representan el oro y, por consiguiente, llaman la riqueza, el éxito y el dinero.

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Sin embargo, las tradiciones no solo se quedan en las vestimentas, sino que se extienden hasta los accesorios y los alimentos. A la clásica comida de Nochevieja se suma el comer 12 uvas verdes o también, ingerir 12 cucharadas de lentejas. Cada una representa un mes del año y al comerlas, se debe reflexionar sobre el período en cuestión y desear la buena bonanza. Asimismo, hay quienes creen que dar una vuelta a la manzana con una maleta garantiza el turismo o los viajes. Y si no puedes dar esta vuelta, puedes entrar y salir de tu hogar. ¡Pero ojo! la maleta no puede estar vacía, debe contener algunas prendas, dinero y tu pasaporte, en caso de que quieras viajar al extranjero. Además, debes dejarla durante todo el primero de enero en la puerta de tu casa. Otro ritual consta de crear pequeñas bolitas con arroz, sal y monedas. Esto con la finalidad de que nunca falte el dinero. Y claro, un buen champagne no puede faltar para el brindis de año nuevo y sus resoluciones.

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