Nadie más que Camille Miceli hubiera sido tan ideal para tomar la dirección creativa de la marca italiana, Emilio Pucci. Su reputación la precede; tiene un recorrido que ya muchos querrían. Desde sus 15 años se ha codeado entre los diseñadores de las grandes ligas como Karl Lagerfeld, Azzedine Alaïa, Marc Jacobs y Nicholas Ghesquière. Comenzó su carrera con una pasantía en Chanel y Alaïa, para luego seguir en la primera firma y posteriormente unirse a Louis Vuitton al inicio de la era Jacobs.

Su mayor talento y el motivo por el que es más reconocida es su habilidad como diseñadora de accesorios. Marc Jacobs, quien la consideraba su musa y fuente de inspiración, fue el primero en impulsarla por ese camino, promoviéndola al puesto de directora creativa de joyería en Louis Vuitton durante los 2000. Se quedó durante nueve años, para luego unirse a la misma área en Dior y trabajó con John Galliano y, posteriormente, Raf Simons. Sin embargo, en el 2014 decidió volver a su lugar anterior, del que no se fue hasta este año, para dedicarse a Pucci. Uno de sus trabajos más reconocidos en la maison es la icónica colección de alta joyería de Pharrell Williams x Louis Vuitton en el 2008.

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Camille Miceli pasará a la historia por ser la primera mujer en dirigir Pucci. La casa de moda italiana fue fundada en 1947 por el marqués Emilio Pucci di Barsento. El grupo LVMH adquirió la participación mayoritaria en el 2000, manteniendo a Laudomia, hija de Emilio, como vicepresidenta. Desde el 2017 la marca no ha tenido un diseñador estable a tiempo completo, luego de la salida de Massimo Giorgetti. La nueva directora comentó sobre su nuevo puesto que: “Es un honor para mí poder contribuir a la gran historia de esta maison italiana”. El 26 de septiembre, la firma presentará una “colección de transición” durante la Semana de la Moda en Milán, pero Miceli tiene previsto su primer trabajo para el 2022.

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