Encarnó al único ángel pelirrojo en el último desfile de Victoria’s Secret. Pero de ser alado tiene bastante poco. Su fogosa melena, esa mirada como el hielo, labios pulposos y un nada discreto metro 80 asocian a Alexina Graham, la modelo británica del momento, más con un querubín caído que una chica simplemente bonita. Ella provoca con el pelo enmarañado o a medio maquillar, con sus pecas, su imagen a ratos infantil, sus curvas, todo en ella genera contradicciones y bastante tentación. Personificando su propia alma nómade, en contacto con la tierra, decide despojarse de la urbe, olvidarse del protocolo y, mapa en mano, dispone de su libertad y juventud para lanzarse a la aventura de lo que el mundo, y el futuro, tienen para ofrecerle. Muchas texturas, mucha sensualidad, looks terrosos y un periplo inmemorial.