“Vivir Bal Harbour siempre es un buen panorama. Siempre nuevo, siempre vanguardista, siempre con clase y estilo”, comenta Ana Bonamico, quien, con su arte – y estilo – ha conquistado las principales ciudades del mundo. Por supuesto, también Instagram. Con su cabello lacio, pero con movimiento, una sonrisa amplia y sincera, y una sofisticación inundada por colores, la artista argentina acompañó a ISSUE en un viaje a la excepcionalidad de Bal Harbour Village. Un oasis de elegancia y contemporaneidad ubicado en Miami-Dade, uno de los tantos condados del sur de Florida, pero; sin duda, el más exquisito y prístino. Playas de arenas blancas, aguas turquesas y los mejores complejos hoteleros se congregan en aquel paraíso diseñado para el turismo, la vida residencial y el arte y la cultura. Por cierto, un enclave que durante 2021 celebró su 75° aniversario con una serie de actividades que pretenden perpetuar la magnificencia del lugar.

“El paisaje te regala un horizonte lleno de colores: nada más lindo que levantarte con el sol sobre el agua y llenarte de energía para disfrutar el hoy”, agrega Bonamico, mientras sus palabras se complementan con la planificación idílica de Bal Harbour. Ahí, donde el verde las palmeras se contrasta con el turquesa del mar e incluso, donde el blancor de las arenas se mimetiza con el gris de las aceras. Avenidas sucumbidas por la tenacidad del sol y un lugar perfecto para disfrutar de una experiencia única, olvidarte de todo y dejarte encantar por la exclusividad de Miami. “Las tiendas de Bal Harbour Shops y los restaurantes son experiencias que nunca dejan de sorprenderte”, comenta la artista e influencer.

Imágenes Ana Bonamico

A un par de metros del Bal Harbour Shops, la magia del Sea View Hotel, el Ritz Carlton y el St Regis; hoteles opulentos, de estándares europeos y con algunas de las mejores vistas de la zona. El Atlántico y la Bahía de Biscayne bañan las fronteras hoteleras y estas se convierten en pequeños oasis de escapismo y tranquilidad. “Tanto el Ritz Carlton como el St Regis cuentan con vistas magníficas. Estás sobre la playa, lo que te otorga un viaje placentero”, dice Bonamico, explicando que: “Es un lugar ideal para empezar el día con una clase de yoga, salir a caminar, andar en bici, bañarte en el mar y descansar en la reposera con un rico aperitivo”. Igualmente, para disfrutar de un Miami sumamente calmo y donde el arte y la cultura se apoderan de cada espacio. Por ejemplo, el Ritz envuelve una colección de arte disponible para todas las personas: Una escultura de Richard Deutsch en la entrada o un óleo de Ed Moses en el lobby.

De acuerdo con Ana, Bal Harbour “siempre incentiva y apoya el arte en Florida”. Además, “tienen el programa Unscripted Art Access que es para residentes y huéspedes de los hoteles, permitiendo el ingreso gratuito a los principales museos y galerías de Arte de Miami”. En definitiva, un viaje paradisiaco, convergido por el arte, la moda y la vanguardia de una zona creada para evolucionar con la sociedad, aunque siempre, con los estándares y el estilo de vida más sofisticado de todo Estados Unidos.

Imágenes Ana Bonamico