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News, Opinión

COMO SI NO HUBIESE PASADO NADA: LA VUELTA DE ALEXANDER WANG

POR CAMILA LAGOS - abril 22nd, 2022

Entre 2017 y 2018, cuando comenzaron a develarse los misterios de Hollywood, la industria – tanto del cine, la música y la moda – se conmocionó por las víctimas del movimiento Metoo. Incluso, más de un director, productor o actor de cine fue “cancelado” tanto por personas comunes y corrientes, como por las celebrities. Lo mismo ocurrió en 2020, cuando Alexander Wang, el diseñador de, en ese entonces, 37 años, fue acusado de conductas sexuales inapropiadas contra modelos masculinos y transmasculinos. Hasta la rapera Azelaia Banks acusó a Wang de ser “un depredador sexual” según lo catalogaron en diversos medios. Supuestos acosos sexuales que apartaron al estadounidense de la moda por un largo periodo de tiempo. Y claro, nadie quería relacionarse con alguien con tantas denuncias en su haber, pero al parecer, tras dos años de inactividad y una pandemia de por medio, la industria lo ha perdonado.

O al menos, eso parece. Como si no hubiese pasado nada y bajo un manto de silencio, Wang volvió a las pasarelas. Por supuesto, lo hizo acompañado de la santa trinidad de la moda (Candice Swanepoel, Alessandra Ambrosio y Adriana Lima) y con un Fall 2022 fiel a su característico estilo: muy californianamente glamoroso. También, atrevido y repleto de cut outs, micro minifaldas y botas por sobre la rodilla. Piezas de denim oversized, microtops y en general, esa esencia estadounidense que hace de la moda un arte callejero. No hay nada que cuestionar en cuanto a diseños. Continúa siendo aquel diseñador prodigio que conquistó a la industria y a la mismísima Anna Wintour por allá por 2005. ¿Y su fiesta after show? Dista de sus celebraciones de antaño, aquellas donde el alcohol fluía con tanta facilidad como la creatividad.  Esa elegancia desgastada que converge las costas de Estados Unidos estaba ahí, en el barrio chino de Los Ángeles.

Cortesía de Alexander Wang

Muy lejos de los épicos “WangFest”, el mercado creado por Wang era una pequeña oda a Chinatown y la herencia asiática que habita en Estado Unidos, donde las y los invitados pudieron beber té de boba y comer dim sum. A la vez, adquirir productos conmemorativos del deshonrado diseñador; fondos que, por lo demás, irán en beneficio de la preservación histórica de la plaza central de Chinatown. Ahí, las modelos pudieron disfrutar del after shows y compartir con las y los invitados del front row. Entre ellas, Behati Prinsloo. Pero va más mucho allá de los diseños y las buenas causas que esté apoyando el creativo. Fueron 11 las víctimas reconocidas por Alexander, quien, en marzo de 2021 reconoció “haberles causado dolor”, diciendo: “Apoyo su derecho a expresarse y he escuchado con cuidado lo que tenían que decir. No fue fácil para ellos compartir sus historias y estoy arrepentido”.

Hoy vuelve como si nada y las modelos que en su tiempo lo sepultaron en el silencio, le dan la mano. Quizás, es su trabajo, pero hablamos de consecuencia. Al menos, sus actos – hasta ahora – demuestran un cambio, que, de cierta forma, busca la absolución total del público y la industria. Una que, a pesar de parecer haberlo perdonado, no lo hecho del todo. O no por lo menos desde Condé Nast y su edición más relevante: Vogue y Vogue Runway, la web de los fashion show donde el nombre de Wang ni siquiera aparece.

Cortesía de Alexander Wang

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