A veces las tendencias pueden ser confusas, y más si estamos en busca de nuestro propio estilo. El cambio constante y muy rápido de las prendas puede ser agotador, si no sabemos qué utilizar ni cómo combinarlo. Y es aquí cuando nos convertimos en una víctima de la industria. tratamos de estar a la moda y compramos al pie de la letra cada diseño que sale, sin importar cuanto tiempo estará entre nosotros. Pero no se trata de seguir todas las tendencias, ni comprar lo que cada temporada trae para nosotros, sino, de definir tu objetivo al momento de vestir.

Para empezar, debemos entender que definir tu propio estilo lleva tiempo y requiere dedicación. Y es que, la moda es una herramienta para mostrar quienes somos, nuestra personalidad y gustos a través de lo que usamos. Sin duda, es un mecanismo para comunicar lo que eres. Bajo esta premisa, tenemos que elegir cuidadosamente cada prenda que utilizamos, pues con ellas decimos mucho. Entonces, si tratamos de utilizar cada tendencia nos convertimos en una víctima de la industria, y en vez de usar esta poderosa plataforma en nuestro favor, ocurre lo contrario.

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Pero ¿cómo definir nuestro estilo? La respuesta no es sencilla, ya que se trata de conocer tu tipo de cuerpo, cuál es tu objetivo con la moda, qué quieres comunicar y con que prendas te sientes más cómodo. Es un trabajo que requiere dedicación, pues la idea es realizar las compras a conciencia. De hecho, existe una fórmula que asegura que el clóset debe estar compuesto por 80% de básicos y un 20% de diseños en tendencia, ya que estas son más difíciles de combinar, apareciendo la típica frase: “no tengo nada que ponerme”.

Indudablemente, saber vestir bien es un arte que debe afinarse con los años y la experiencia, y no debemos desesperarnos; pues la paciencia es la madre de las virtudes. Lo importante para evitar ser una víctima de la moda se basa en no seguir excesivamente las tendencias; ni mucho menos, comprar prendas porque a tu amiga le queda bien. Todos tenemos cuerpos y gustos distintos, por esto, una pieza jamás me quedará igual que a otra persona. De esta manera, y para empezar con el pie derecho el 2022 empecemos la búsqueda de nuestro estilo personal, evadiendo el ser una fashion victim.

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