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Accessories

CHOPARD UN VIAJE DE ORO Y DIAMANTES

Por Dominga Matas - agosto 9th, 2024

El arte de la relojeria es mucho más que simplemente indicar la hora. Es un sentido del fluir de la vida, un testimonio de la excelencia humana y una representación de la elegancia. En el cruce de estos diferentes aspectos se encuentra una maison suiza excepcional: Chopard. Desde hace más de 150 años la firma se ha consolidado como una referencia en el mundo de la relojería y la alta joyería. Detrás de cada pieza se esconde una herencia familiar y un espíritu de innovación que hacen a esta marca auténtica. Un joven suizo, Louis- Ulysse Chopard, fundó la empresa en 1860, en el pequeño pueblo de Sonvilier. Su objetivo era crear relojes de precisión y fiabilidad excepcionales. El talento y la dedicación que lo caracterizaban atrajeron rápidamente a una clientela prestigiosa. En 1885, la fábrica se convirtió en proveedor oficial de Tir Fédéral, la federación suiza de tiro, pero también de la Compañía Suiza de Ferrocarriles. Al mismo tiempo, el zar de Rusia Nicolás II también se sumó como abanderado de la marca, afirmando definitivamente la reputación internacional de la casa. El hijo de Louis-Ulysse, Paul-Louis Chopard, se hizo cargo de la empresa en 1921 y decidió trasladarla a La Chaux-de-Fonds y luego a Ginebra, en 1937.

A continuación pasó a manos del nieto Paul-André, pero en 1963 se jubiló y, a falta de un heredero que quisiera sucederle, le vendió la empresa a la familia Scheufele, una dinastía de relojeros y joyeros alemanes. Así, Karl Scheufele III, quien entonces tenía 22 años, se hizo cargo con la ambición de preservar el patrimonio e impulsarlo hacia nuevos caminos. Es, entonces, cuando Chopard da un giro radical: se moderniza y se añade el segmento de joyería a la producción de relojes. En 1976 se presentó la icónica colección ‘Happy Diamonds’, caracterizada por diamantes en movimiento encerrados entre dos cristales de zafiro. Esto se convirtió en una línea clásica, que tiene actualmente a Julia Roberts como el rostro de la campaña. Bajo la dirección de Caroline y Karl-Friedrich Scheufele, los hijos de Karl Scheufele III, la firma reforzó su compromiso con la pura tradición relojera produciendo sus propios movimientos mecánicos en el taller Fleurier, fundado en 1996. Este enfoque permitió a Chopard mantener un control total sobre la calidad y la innovación de sus productos, asegurando su lugar en la élite Suiza.

Cortesía Chopard

MAINS D’ART

Con una suave combinación de humildad y de orgullo por el trabajo bien hecho, los artesanos de Chopard son claves enel trabajo minucioso. Estas ‘mains d’art’ son el corazón que late en los talleres y las creadoras de las emociones que le dan su fama de buena factura, de innovación y de respeto por las tradiciones. Aquí, el oro es la base de todo. El que usan irradia un aura particular gracias a su origen, ya que desde 2018 todo este metal precioso que se utiliza es 100% ético. Y Paulo, uno de los artesanos fundidores del oro desde 2001, es el amo y señor de este reino. Es el artista a cargo de fundirlo. Su proceso consiste en depositar los lingotes de 18 quilates en el fondo de un crisol antes de calentarlos a más de 1.000 grados. Vierte el líquido en moldes de barra y luego los enfría para cristalizarlos… CONTINUA LEYENDO EN ISSUE #58.

Cortesía Chopard

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