Es más de una casa de moda que todos conocemos que tiene una historia oscura o desconocida detrás. Christian Dior tuvo una hermana, Catherine, la musa que inspiró la primera fragancia de la maison, Miss Dior. Se llevaban 12 años de diferencia, pero mantenían una relación estrecha y la historia de la mujer tiene todos los elementos que componen una muy buena película de Hollywood: espionaje, nazis, drama familiar, torturas, amor, etcétera.

Catherine es la menor de cinco hermanos, nació en 1917 en Normandía y su coraje y valor no conocen los límites. En los años 30 la familia Dior fue azotada por dos fuertes golpes: murió la madre y quedaron en quiebra, lo que los forzó a mudarse al sur de Francia, a unos 20 kilómetros de Grasse, en Caillan. Catherine se vio enfrentada a la Segunda Guerra Mundial mientras estaba en Cannes, en la Costa Azul. Pese al bélico contexto, se vio flechada instantáneamente por Hervé des Charbonneries en una tienda, el romance duró toda la vida. Fue junto a él que se unió a la Resistencia en el sur, donde se transmitían informaciones sobre el enemigo a las tropas de los Aliados.

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El 6 de julio de 1944 todo se complicó. Lo que sería una cita en la plaza del Trocadero con una compañera fue interrumpida por agentes de la Gestapo que la detuvieron y torturaron. Posteriormente fue trasladada a un campo de concentración en Ravensbrück en el que quedó atrapada hasta mayo de 1945. Miss Dior fue recompensada por su país de todas las maneras habidas y por haber, pero ella siempre mantuvo ese aspecto de su vida en su intimidad. La superviviente del gulag nazi fue una de las pocas mujeres en recibir el estatus de Mandataire en fleurs coupées, lo que se traduce en “corredora de flores cortadas”. Este le permitía comerciarlas internacionalmente, privilegio que solo una elite exclusiva adquirió.

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