CARLYNE CERF DE DUDZEELE: LA VISIONARIA DETRÁS DE LOOKS ICÓNICOS
Por María Jesús Sielfeld - octubre 23rd, 2024Si hay una persona en la moda que te obligará a repensar todo lo que crees saber, esa es Carlyne Cerf de Dudzeele. Esta francesa de espíritu libre revolucionó el mundo cuando, en una de sus primeras portadas para Vogue, combinó unos jeans desgastados con una chaqueta de alta costura. Su sello: mezclar lujo con lo ordinario, logrando que lo imposible se viera no solo natural, sino absolutamente necesario. Carlyne no sigue las reglas, las reescribe, y a sus 74 años sigue siendo el motor de algunas de las colaboraciones más audaces en la industria. ¿Te sorprende? Así es su estilo, siempre impredecible.
Cerf de Dudzeele no es una simple estilista, sino una arquitecta de imágenes, una narradora que crea fantasías con la ropa. Nació en Saint Tropez, donde absorbió la extravagancia que destilaban los artistas de la Costa Azul y el buen gusto de las clases altas francesas. Posteriormente se radicó en París, donde empezó a apoyarse en el sentido del glamour francés, pero combinándolo con algo inesperado: su amor por la cultura urbana. Empezó a crecer cuando ocupó el puesto de estilista para la edición francesa de Elle. Tras más de diez años al frente de la revista, se mudó a Nueva York a mediados de los años ochenta. Allí comenzó a colaborar con Vogue llegando a ser la responsable del estilismo en la primera portada de la era Wintour.
Con una energía incansable, ha trabajado con las grandes ligas de la moda, desde Chanel hasta Versace, siempre inyectando su propia visión, es decir, mezclar lo clásico con lo rebelde, lo sofisticado con lo callejero. ¿Su lema? “¡J’adore bling!”. Por otro lado, ha hecho equipo con Irving Penn, Arthur Elgort, Mario Testino o Steven Meisel y siempre ha estado muy vinculada a diseñadores como Azzedine Alaïa o Jeremy Scott con el que ha trabajado tanto para su propia firma como para su faceta como diseñador de Moschino.
Cortesía Getty Images
No es de extrañar que Carlyne haya sido la estilista favorita de supermodelos de los 90’s como Linda Evangelista, Christy Turlington o Claudia Schiffer, también de algunas actuales como Gigi Hadid. Las celebridades de Hollywood no faltan en su portafolio, entre las cuales encontramos a Ariana Grande y Miley Cyrus, con quien estuvo en el New York Fashion Week de 2014. Su enfoque es audaz, pero lleno de autenticidad, y nunca teme decir la verdad. De hecho, dice que su “gran problema” es que siempre es brutalmente honesta. Sin embargo, es esa autenticidad la que la ha convertido en una leyenda viva. Sus sesiones fotográficas no son meras imágenes: son historias que capturan lo que la moda puede llegar a ser cuando se atreve a romper barreras.
El futuro de Carlyne es tan vibrante como su pasado. Recientemente, ha colaborado con Zara, sorprendiendo a todos con una colección que lleva su huella inconfundible. Para ella, no se trata solo de ropa, sino de cuentos literarios que conectan con el corazón. Y aunque ha rechazado varias veces la idea de lanzar su propia línea de moda, su influencia sigue siendo palpable en cada nueva colección que toca. Ella se mantiene firme en que el estilo y alta gama no está en el precio, sino en la actitud. ¿Y su próximo movimiento? Solo ella lo sabe, pero lo que es seguro es que seguirá dándole al mundo de la moda esa dosis de verdad, alta gama y diversión que tanto necesita.
Cortesía Getty Images
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