Sin necesidad de alardear, Bottega Veneta ha sabido mantener las alertas en las redes sociales, incluso, sin tener redes sociales. Esto, a través de piezas que encarnan su historia y paso por la industria de la moda. Detalles que lo diferencian a la distancia, como el trabajo en cuero con la técnica de Intrecciato y alguno que otro estampado, glorifican a quién está detrás: su diseñador. Estábamos a la espera de una nueva colección, y lo que inspira a Matthieu Blazy es la inmensidad de las pieles y su gran expansión en cuanto a cortes y formas. Nada es inalcanzable ante la marroquinería y tampoco en esta nueva entrega.

El afán por los artículos de cuero se ve en toda la colección. Iniciando con los maxi bolsos trenzados o los de solapa ultra ancha. Su paso de los accesorios a la ropa es con vestidos que van muy bien incorporados, con escote strapless, bajada asimétrica y botas largas. Largas en su sentido más literal. algunas recubren la pierna casi en su totalidad, en un agradable color marrón. También en cuero negro, otros vestidos con cuello de camisa y grandes pinzas en la cintura. Agregan fluidez a un tejido que conocemos, es rígido y poco terso. Los sweaters para Bottega Veneta no suelen ir tejidos. Esta vez, son tan tensos como confortables.

Cortesía Bottega Veneta

Un rojo impactante tiñó pantalones de Intrecciato y vestidos de cuello alto y transparencias. Mientras que un dorado resplandeciente se dejó ver en maxi botas de punta fina, que resaltan en cualquier atuendo de tonalidades básicas. También en plateado fueron combinadas con colores grisáceos y blancos, creando una perfecta armonía. Las clásicas gabardinas de otoño cambian su aspecto, y llevan una enorme capa en la espalda. Una jugada que apuesta por la modernidad y los nuevos deseos del diseñador. En total son 70 looks y parece haber un mundo diverso en cada uno.

Cortesía Bottega Veneta