BEAUTY BACKSTAGE: LA NATURALIDAD DE CHANEL EN MONTECARLO
POR CAMILA LAGOS - mayo 11th, 2022El pasado 5 de mayo se celebró la colección Crucero 2022-23 de Chanel. Como es costumbre, el tweed fue el protagonista de aquella pasarela enraizada en las arenas blancas de Monte Carlo, donde las características de la capital de Mónaco se manifestaron con la opulencia clásica de la maison. Fiestas, carreras, casinos, glamour y la exquisites de la Costa Azul. En esta oportunidad, y como buena entrega Cruiser, la firma dirigida por Virginie Viard presentó una versión más primaveral del tejido francés, además, de un sinfín de brillos sobre túnicas, enteritos y vestidos. Los dorados tampoco estuvieron ausentes y, por si fuera poco, los azules, rojos y blancos impolutos se manifestaron como una oda a la vieja escuela. A la vez, los dejos urbanos o más bien, mediterráneos irrumpieron mediante bolsos en forma de casco que hacían alusión a aquel accesorio de seguridad para conducir tu Vespa, o por qué no, el éxito de Rosalía, Motomami.
Todo muy liviano y fresco, muy veraniego y propio de las maravillas de la Costa Azul. En especial, de aquella ciudad que representa el alma de Chanel. El ambiente deslumbrante no solo iluminó las prendas de este Crucero 22, sino también, el maquillaje que acompañó a las modelos. Rianne Van Rompaey, Vivienne Rohner o Jill Kortleve fueron tan solo algunos de los rostros que caminaron por la infinita y arenosa pasarela. En ellas, el brillo del Mónaco se reflejó con una calidez tan natural como sutil. Pieles bañadas por el sol y bronceados dorados, como el aquellos que iluminaron la colección. Ojos ligeramente definidos y labios suavemente rosados complementaron la belleza natural del desfile. Mientras que el poder de la camelia roja fue el encargado de preparar los cutis, que luego recibieron las esencias de la línea Les Beiges: bases, correctores, cremas bronceadoras e iluminadores suavizaron los rostros.
Cortesía de Chanel
Los ojos, por su parte, fueron iluminados con el Stylo Ombre et Contour. Un delineador que definió de forma ligera la mirada de las modelos y uno que, a la vez, fue difuminado para lograr aquella naturalidad tan playera. Además, en el centro del parpado superior, se aplicó un tono champagne de Les Beiges Eyeshadow Palette Warm que aportó un toque extra de luz. Y en las pestañas, por supuesto, el clásico Le Volume 10 Noir. En cuanto a las cejas, estas, con tal de resaltar los matices dorados, se peinaron y definieron de manera exuberante lápices waterproof y Le Gel. Finalmente, el último rayo veraniego lo dieron los labiales Coco Baume y Coco Flash. Ambos en tonalidades rosadas que reflejaban el fulgor de Costa Azul y las brisas costeras de Monte Carlo. Descubre el Beauty Backstage aquí, con ISSUE.
Cortesía de Chanel
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