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Lifestyle, Reportaje

BASQUIAT X WARHOL: PAINTING 4 HANDS

- mayo 10th, 2023

La historia de una sociedad conflictiva y los relatos de una relación turbulenta. Entre Jean-Michel Basquiat y Andy Warhol jamás hubo un idilio romántico –al menos, no oficialmente–, pero sí uno simbiótico, impulsado por la genialidad de mentes que definieron el arte contemporáneo. En menos de cinco años, crearon más de 300 obras surrealistas, mismas que hasta el 28 de agosto de 2023 se exhibirán en la Fundación Louis Vuitton.

por CAMILA LAGOS RIVAS

fotografías gentileza FUNDACIÓN LOUIS VUITTON

En 2018, la Fundación Louis Vuitton presentó ‘Jean-Michel Basquiat’ (1960-1988), un homenaje al nacido en el Bronx y cuya vida fue truncada abruptamente por las drogas y los excesos. En tan solo 27 años, el artista -también conocido como SAMO- exploró todo tipo de arte: desde grafitis en las calles de Brooklyn, hasta el expresionismo abstracto en el SoHo, convirtiéndose en una leyenda que redefinió el arte contemporáneo. Precisamente, la exposición de hace cinco años visitó aquel legado, abarcando toda la carrera de Basquiat, pero, aun así, dejando capítulos sin explorar. Como si se tratase de una deuda pendiente, el Jardin d’Acclimatation del Bois de Boulogne, en el distrito 16 de París, vuelve a ser testigo del talento del pintor. Esta vez, revelando su colaboración con Andy Warhol (1928-1987). El padre del Pop Art y el rey del arte contestatario y figurativo se conocieron durante 1982, gracias al galerista Bruno Bischofberger. El encanto fue inmediato, sin embargo, los artistas ya habían entrelazado sus destinos. Sin cruzar palabras, SAMO logró venderle unas postales a Warhol en 1979, una paradoja que resultaría en una relación tan fructífera como pasional. Una simbiosis fugaz, turbulenta y repleta de admiración. La amistad entre ambos se desarrolló social y creativamente, compartieron intereses y círculos sociales. Se inspiraron mutuamente. Andy hizo retratos de JeanMichel y Jean-Michel de Andy. En total, crearon más de 300 piezas colaborativas. Un trabajo que fue realizado en menos de tres años, desde que se conocieron, hasta que inauguraron la exhibición ‘Warhol and Basquiat: Paintings’, el 14 de septiembre de 1985, en la galería Rony Shafrazi. Aquel acontecimiento supuso el fin de la unión creativa. La crítica fue despiadada y el declive del idilio, inminente. No obstante, quedaron los vástagos de la relación, mismos que ahora se apoderan de la Fundación Louis Vuitton para narrar la historia de dos mentes que se fusionan para crear una “tercera mente distintiva y única”, según Keith Haring (1958-1990). Las conversaciones ocurren a través de las pinturas y los salones del museo se presentan como el testigo de una serie de idas y venidas. La exposición abrirá con los retratos de Basquiat por Warhol y de Warhol por Basquiat. Continuará con sus primeras colaboraciones y luego, claro, estará la escultura monumental ‘Then Punching Bags (Last Supper)’ o la lona de ocho metros ‘African Mask’. De acuerdo con la fundación: “será la muestra más importante jamás dedicada a este extraordinario cuerpo de trabajo, y contará con más de 300 obras y documentos”. Entre ellos, 80 lienzos firmados conjuntamente por ambos personajes y obras individuales de cada uno. A la vez, se presentarán obras de artistas como Keith Haring, Jenny Holzer, Kenny Scharf y Michael Halsband, que permitirán evocar la energía artística del Nueva York de los 80.

ADMIRACIÓN, TURBULENCIAS Y ARTE

Los periódicos, logotipos de General Electric, Paramount o los Juegos Olímpicos sirven como base para todas y cada una de las obras. Eso sí, se trata de ideas que se desfiguran ante el neoexpresionismo del neoyorquino. “Andy comenzaba una pintura y le ponía algo muy reconocible, o el logotipo de un producto, y yo lo desfiguraba”, dijo SAMO en algún punto de los 80. Paralelamente, el padre del Pop Art reveló dibujar y, posteriormente, pintar como Jean-Michel: “Esas pinturas que estamos haciendo juntos son mejores cuando no puedes saber quién hizo qué partes”. Basquiat comenzaba una obra y Warhol la terminaba, o viceversa. En conjunto impulsaron piezas que ponían en manifiesto sus propios vínculos. Basquiat admiraba a Warhol como un profesor, un líder, cuya personalidad fue clave para el mundo del arte, el pionero de un nuevo lenguaje y forma de relacionarse con la cultura pop. Mientras que Warhol encontró en SAMO la pasión perdida, renovó su interés por la pintura y gracias a él volvió a pintar a gran escala. Sus personalidades se completaban. El afán reivindicativo, rebelde y polifacético de Basquiat se fusionaba con el cinismo provocativo de Warhol. ¿El resultado? Un constante y reflexivo diálogo de estilos y formas, que abordaba desde la integración de la comunidad afroamericana en Estados Unidos, hasta la sociedad de consumo y lo efímero del arte… CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #49 SUSCRÍBETE AQUÍ

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