Una piel luminosa, pero sin exceso de brillo. Tersa y con el color y acabado ideal. Sin duda, cuatro premisas que buscamos al momento de adquirir una base, y es que de ella depende la calidad de tu beauty look. La base, en realidad es uno de esos productos que nunca te pueden faltar. Es tu una segunda piel y seleccionar una que cumpla con todos tus requerimientos, es todo un arte. Pero no te preocupes, desde ISSUE te enseñaremos como conseguir este obligatorio del kit de maquillaje correctamente.

Todos los cosméticos están elaborados para distintos tipos de pieles. Normal, seca, grasa, mixta o sensible son variantes que debemos tener en cuenta al momento de elegir. Para conseguir un acabado “perfecto” debemos tener en cuenta el tipo de piel que tengamos. Por ejemplo, para personas que presentan una mayor resequedad, los productos cremosos son ideales debido a que su formulación te ayudará a hidratar. Paralelamente, existen múltiples presentaciones de bases; polvos compactos, mousse, CC cream, en barra, líquidas o en crema. Para seleccionar una, todo está sujeto al primer punto, pero también, a lo que quieras lograr; una muestra de ello son las fórmulas en polvo, perfectas para quienes tienden a producir sebo y buscan un efecto matificante.

Cortesía de Getty Images

Ahora, el paso más difícil: elegir el tono adecuado. He aquí la clave del éxito, ell objetivo de las bases es aparentar una segunda piel y disimular las “imperfecciones”. Para seleccionar el color que más se acerca al de tu tez, podrías probar con tres tonos intermedios en la zona de la mandíbula. Por supuesto, con luz natural y el que mejor se vea, sin duda, será el que debes llevar.  También hay quienes recomiendan hacer la prueba en las muñecas, sin embargo, al hacerlo directamente en el rostro no existirá posibilidad de fallo. Además, es fundamental que conozcas el subtono de tu cutis y decantarte por tonalidades frías o cálidas que vayan acorde a este.

Un paso infaltable para conseguir un acabado impecable en el maquillaje, es la preparación de la piel, la cual consiste en limpieza e hidratación, siendo este último el más importante. Tener el rostro hidratado es totalmente necesario para que la base quede bien aplicada y que no se cuartee con el paso del tiempo. A la vez, así durará más en tu piel. Por otro lado,

puedes optar por incorporar un primer que te ayudará a disminuir la apariencia de los poros y hará que tu beauty look luzca aún mejor.

Cortesía de Getty Images