En la cuna de la relojería suiza, Audemars Piguet se alza como la venerable casa de relojería familiar más ancestral del mundo. Con una trayectoria ilustre, la manufactura continúa su legado de perfección con el lanzamiento de dos nuevos ejemplares de su emblemático Royal Oak Automático de 37mm. Estas creaciones fusionan la destreza más original e increíble con un diseño vanguardista que, según la firma, será capaz de encantar las muñecas más delicadas con su estética refinada y su ingeniería automática de precisión.

Las nuevas creaciones de la manufactura suiza, disponibles en tonos blanco y rosa, exhiben una elegante y sofisticada caja de oro de 18 quilates adornada respectivamente con 164 y 208 diamantes. En ambas piezas, la esfera Grande Tapisserie en tonos suaves, complementada por una correa de piel, da como resultado una estética distinguida y única. Un estilo adaptable tanto para el día como para la noche, que es capaz de capturar todas las miradas gracias al refinado diseño del brazalete.

En esta oportunidad, con su fusión de elegancia, maestría y desempeño, los nuevos modelos Royal Oak representan no solo un símbolo de exclusividad y refinamiento, sino que también incorporan el avanzado calibre 5900, asegurando una precisión excepcional y una reserva de marcha de 60 horas. Además, el suave movimiento del reloj, notable a través de su fondo de zafiro, está adornado con detalles que provocan luminosidad y delicadeza, convirtiendo estas nuevas creaciones en más que un accesorio útil, sino en una verdadera celebración de la más refinada destreza relojera.

Cortesía Audemars Piguet