Tras un año de estar en casa a raíz y de lockdowns obligatorios por la crisis del COVID-19, nuestra creatividad e ingenio han abierto el baúl de los recuerdos y han traído de vuelta la nostalgia de los 70, rescatando la estética hippie y el patchwork como manifestación del arte y la libertad de la época de la paz y el amor, donde los espíritus libres vagaban de ciudad en ciudad, disfrutando de las bondades de la carretera y la bohemia de los sitios que visitaban. Pero ante la contingencia actual, nuestras almas se han visto limitadas a viajar entre el dormitorio y el sofá, reviviendo el tejido artesanal que une distintos retazos de telas.

Si bien el patchwork es una tendencia que predomina en la ropa de cama, el encierro y la necesidad de crear, han hecho que se traslade a las pasarelas de marcas como Dolce & Gabbana que lo incluyó en la totalidad de sus looks SS21. Por su parte, Giorgio Armani lo agregó sutilmente en la oscuridad de sus outfits ochenteros del FW21, mientras que Alanui completó la temporada con tejidos sobrantes de lana en distintos colores al igual que Loewe que presentó un traje con una variedad de tonos y formas en él, las cuales se unían a la perfección gracias a esta técnica.

Cortesía de Dolce & Gabbana 

Un estilo artesanal que cada vez se vuelve más sofisticado y que ha llegado al street wear con dejos melancólicos por el verano y la calidez del hogar del cual muchas personas se han visto alejadas por la crisis sanitaria. Siluetas nuevas y deconstruidas que fusionan creatividad y sostenibilidad en figuras acolchadas creadas a partir de los retazos de telas antiguas y donde la reutilización, se convierte en una premisa que impregna esta cozy y colorida tendencia.

Cortesía de Getty Images