“Shine” es como Giorgio Armani decidió nombrar a su última colección de Alta Costura y basta con observar un solo look para entender el porqué. La fluidez de los materiales que utilizó en su show Privé, adaptando los colores del arcoíris a tonos pasteles, crearon un efecto que pareciera sacado del cielo. Fue la segunda noche del retorno de las pasarelas en vivo y recibió elogios por todos los asistentes.

Sonará cliché, pero la contingencia generó una conciencia postpandemia en el diseñador: “Creo que durante este período hemos descubierto un sentimiento de algo verdadero, poderoso, enriquecedor, energizante, y quiero que todo esto se haga realidad”, dicho y hecho. Si hay algo que transmiten los vestidos, es la sensibilidad de Armani. A través de la organza de seda mercurial tan brillante y suave que su movimiento parecía un holograma, la colección cobró vida como una nueva forma expresión. Esta técnica la denominó “halos alrededor del cuerpo”.

Cortesía de Armani

El clásico de la firma italiana no estuvo exento de este espectáculo: las capas de tela transparente que crean sobrecargas sensoriales vibrantes y efervescentes se vieron en pantalones y vestidos. Al fulgor del efecto holograma se sumaron los bordados florales fulgurosos y las lentejuelas transparentes que crearon una ilusión acuosa. Los volúmenes y texturas daban sentido a la presentación. Asimismo, Armani comentó: “Estoy feliz de que presentamos esto frente a una audiencia en vivo, porque creo que todas las formas impalpables y flotantes deben verse en un entorno real y en un cuerpo en movimiento”.

Cortesía de Armani