Posee el gen Crawford y aunque esto no es lo que ha definido su carrera, Presley Gerber se posiciona como uno de los modelos promesa. Con solo 23 años ha desfilado para Moschino, Balmain y Celine y se consagra en una industria que, constantemente, hace eco del catwalk de su madre, Cindy. Sin embargo, por sí solo, a través de la rebeldía, poder y carácter efusivo, ha logrado construir su propio camino. Sus ojos cafés, 1,83 metros de estatura y tatuajes que recorren todo su cuerpo son el epítome de la insurrección actual y la representación más pura de lo que significa pertenecer a la generación Z.  Su actitud osada es fiel reflejo de las creencias de ISSUE y, sin buscar aparentar, las páginas de la edición 50 son el manifiesto de cómo la moda es capaz de experimentar con quien se atreve.

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