ALEXANDRE VAUTHIER SS23: LAS CALLES Y LA ALTA COSTURA DIARIA
POR CAMILA LAGOS - octubre 3rd, 2022¿Cómo te vestirías para ir a la gasolinera más cercana? O tal vez para ir al almacén, pasear por la ciudad o incluso, simplemente, ¿para moverte de aeropuerto en aeropuerto? Bueno, con Alexandre Vauthier la respuesta es una sola: prêt-à-porter de alta costura. Junto a él, un video de un poco más de un minuto, donde Iris Law encarna la feminidad de la marca en todo su esplendor. Según el diseñador, “una chica de su generación, juvenil… hermosa, fuerte y en movimiento”. Y en efecto, la modelo deslumbra con una fluidez implacable. Siempre moviéndose, pero a la vez disfrutando de las aventuras de la ciudad, sus sombras, sus luces y también sus lentejuelas. Estas, como un espejo primaveral que converge la ligereza del verano con la frescura de la moda. Todo, en un film dirigido por Edouard Martin-Rilhac y capturado en retratos por Hans Feurer, cuya visión fue ensalzada por el estilismo de Emmanuelle Alt.
Una campaña enérgica, audaz y brillante, extrapolada por prendas del mismo tipo y como un resumen del pasado, el presente, las pasarelas y las avenidas. Semi alta costura que ante el escenario que ha sucumbido al mundo por los últimos dos años, invita a disfrutar de aquellas piezas que estaban reservadas para ocasiones especiales. “Cuando miras lo que está pasando en la calle, es una gran mezcla… Es como si estuviéramos sintetizando todo lo que sabíamos antes, antes de saltar a algo nuevo”, comentó Vauthier, cuyo Spring-Summer 2023 irrumpe el presente con la pureza de los 80. También, con aquellos efectos sobrecargados y protagonizados por lo metálico que, en esta oportunidad, se presenta en forma de lentejuelas y mezclilla líquida, lavada y decolorada. Un juego definido por hombros bien marcados y chaquetas de tipo biker, pero repletas de purpurina y con un cinturón -cómo no- a la cintura.
Cortesía Alexandre Vauthier
Asimismo, botas a la altura de los muslos y otras por debajo de la rodilla que, por supuesto, contaban con una especie de capa protectora, dándoles aquel acabado que ha triunfado en las calles. La mezclilla también se hizo parte de estas mientras que, en paralelo, se apoderó de un total look al más puro estilo ochentero. Un corriente que devolvió el azul Klein a las avenidas, el verde esmeralda y el amarillo más llamativo de todos. Este, en un entero de un solo hombro, tan opulento como estructurado y claro, con un cinturón, elemento que hiló la entrega. Sin embargo, la fina pieza del atuendo estuvo lejos del denominador común: los cinturones vaqueros, aquellos de hebilla amplia y como eco del pasado. “Las cosas no son tan despreocupadas como antes, lo que provoca ansiedad”, mencionó el diseñador, cuyo rol, según sus propias palabras, fue traducir lo que sucede en el mundo y a la vez, recordarles “la belleza de las cosas”, invitar a las personas a vestirse de punta en blanco y sumergirse en los sueños e impresiones de la alta costura diaria.
Cortesía Alexandre Vauthier
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