No hace falta una infinidad de colores para destacar en un evento de noche. Así lo demostró Alexandre Vauthier en su última colección donde, aunque primó el negro, hubo un par de tonos extra que para él son los infaltables de la gama de fiestas. Si bien se basó en las texturas básicas de la ocasión como los brillos, las lentejuelas y las plumas, sus diseños son altamente originales. La entrega se realizó en el antiguo refugio antiatómico del distrito 15 de París. Allí se lucieron vestidos largos y cortos compuestos de trazos de tela plateada, terciopelo azul eléctrico en grandes cantidades y un hermoso y sublime beige, que no puede faltar.

Y como si se le hubiera comandado vestir a la familia de vampiros de Drácula, muchos diseños están basados en la cultura gótica. Los hombros son cuadrados y oversize invadidos de cuero impregnado en el mismo color. El vestido de traje sastre se destacó como una prenda exagerada que rompe los esquemas. El dramatismo del plateado astronómico da luz a la colección y se estrella con la mirada. Las mangas son sensuales y se fusionan a los vestidos ocultando las manos por completo. Una de las tendencias vistas fue la del cut out, con aberturas únicas que aportan sensualidad. La novedad también se quedaba en los nuevos y magníficos bolsos de mano y mini clutches que acompañaron a los vestidos con cola de lentejuela.

Cortesía de Alexandre Vauthier

Un diseñador que nunca quiso ser diseñador. Algo difícil de creer en alguien que logra convertir un par de dibujos en una colección de más de 30 piezas. “Siempre he mostrado una sensibilidad artística, quizá porque mi madre pinta un montón. El caso es que yo solo quería estar en el estudio de los diseñadores que me gustaban: Mugler, Gaultier, Lagerfeld…” Y así fue. Fueron ocho años bajo el mando de su firma favorita que posterior a su encuentro, se convertiría en un máximo ejemplo a seguir. Así en 2009 nació su propia marca, la que en su última colección hace un tributo a una noche traviesa. Elegante, pero encantadora, donde los códigos del vestir solo pueden hacerte brillar.

Cortesía de Alexandre Vauthier