Me atrevería a decir que la mayoría de las últimas colecciones masculinas, por no decir todas, tienen un elemento distintivo muy presente. Una nueva figura que nace de lo socialmente femenino. Desde la campaña Otoño 23 de Saint Laurent las reglas del juego cambiaron. Anthony Vaccarello creó una silueta genderless que abraza, de forma natural y auténtica, el inicio de una era despojada de prejuicios. Donde, además, desdibuja los límites en los códigos de vestimenta y presenta diseños masculinos que pueden funcionar a la perfección para ambos géneros. Y no solo fue la maison francesa, sino Loewe, Acne Studios, Rick Owens y ahora Alexander McQueen, quienes apostaron por la deconstrucción del hombre. Presentando piezas que glorifican el cuerpo y, por sobre todo, enalteciendo la fluidez de género.

La directora creativa de la maison, Sarah Burton, se ha preocupado de mantener la estética y códigos del propio Alexander McQueen. Y, aunque sus propuestas poco tienen que ver con los inicios de la firma, hay un elemento que sigue presente: la deconstrucción. Para la campaña Otoño 23 todos los diseños respetan esa esencia. Una que logra que la marca aún mantenga su importancia y, de cierta forma, vivo el recuerdo de McQueen. Reinterpretando, nuevamente, los componentes de la sastrería, la diseñadora apostó por bustiers abotonados ceñidos al cuerpo combinado con camisas blancas o, simplemente, con pantalones sartoriales. O un trench construido a partir de los elementos clásicos del traje masculino o una nueva versión de un blazer con cut outs. Sea el que sea, todos apuestan por un hombre que entendió la dinámica actual y no le interesa regirse por construcciones sociales.

Cortesía Alexander McQueen

Todos los diseños glorifican la silueta humana a través de piezas ceñidas al cuerpo que no temen del qué dirán. Incluso, la propuesta, presenta a los modelos con accesorios socialmente femeninos, como lo son las bandoleras o carteras tipo sobre. Esta campaña es un ejemplo de cómo ir eliminando los códigos de antaño. Incorporando más elementos que logran que la ropa masculina salga de aquello que es clásico y sea un poco más arriesgada. Pero, sin dejar de lado la elegancia, distinción, atemporalidad y versatilidad que ha estado construyendo la maison.

Cortesía Alexander McQueen