ALAÏA SS24: EL EQUILIBRIO ENTRE DOS EXTREMOS
POR ANDREA COVA - julio 4th, 2023Las locaciones donde los diseñadores presentan sus colecciones no son al azar. Cada espacio, cada monumento o lugar poseen una carga simbólica que ayuda a construir el relato de la misma propuesta. Para la Primavera-Verano 24 de Alaïa, las modelos desfilaron sobre la Passerelle Léopold-Sédar-Senghor en Francia. Que, aunque no sea una sorpresa, este puente forma parte de un recuerdo muy personal de Pieter Mulier, director creativo de la maison. “Siempre pensé que era un lujo sentarme en ese puente y mirar todo a mi alrededor”, recuerda. Y así, con el atardecer de fondo y piezas atrevidas que encarnan la feminidad de la mujer, el diseñador presentó un nuevo concepto de romance que encuentra su estado perfecto en el equilibrio de los extremos. “Para mí, de eso se trata”, comentó Mulier, a lo que agregó que “se trata de extremos. Sabes que Alaïa es de tacón alto o zapatos planos”.
Aunque en una colección los protagonistas son los atuendos, la locación tuvo un papel importante. El diseñador escribió una carta de amor a la cultura parisina con la ayuda de los monumentos que formaban parte del paisaje, y por supuesto, también de los diseños. Sus recuerdos por los desfiles de moda en los ochenta sirvieron de inspiración para construir las siluetas de la propuesta. Tacones altos, cinturas estrechas, corsés que envuelven el cuerpo y escotes llamativos fueron los elementos que demostraron el discurso de Pieter. Se trata de una postal hacia París y todo el lanzamiento es una idealización más de la capital de la moda. Un amor desenfrenado que se refleja en siluetas clásicas, pero atrevidas y al mismo tiempo elegantes. ¿La razón? El látex y el cuero fueron el material principal de la entrega, y a pesar de ser tejidos más provocativos, las piezas siguen otra lógica.
Cortesía Alaia
“No se trata de un fetiche, porque esa no es una buena palabra, sino de las obsesiones personales que quiero hacer de otra manera, usando látex y cuero de formas diferentes y crear siluetas femeninas, pero distintas a las actuales”, explicó el diseñador. Son piezas que si bien son provocativas y están envueltas en el erotismo, mantienen la elegancia parisina y encuentran en una representación positiva del fetiche un espacio diferente y divertido para la moda. Sin embargo, no tiene relación con el sexo, se trata más bien de un asunto más artístico y creativo. Es una entrega ecléctica que a través de la opulencia y sensualidad construye un equilibrio entre extremos. Por ello, los vestidos transparentes de látex los combina con abrigos largos o camisas de seda. En definitiva, el show fue una glorificación al cuerpo femenino y un recordatorio a no olvidar la cultura parisina de los ochenta.
Cortesía Alaia
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