Tradición y sofisticación. Desde su creación, a comienzos del siglo XX, Lanvin se ha caracterizado por una sencillez colorida, elegante y tan versátil como moderna. Cada diseño es y ha sido una prueba de la evolución de la industria, las personas y París, por supuesto. La capital de la moda ha sido inundada por el streetwear. Una revolución, en la cual, el vestir se ha transformado diversificando las calles y permitiendo que cada persona exprese su identidad a diario, a través del arte. Las exigencias de las nuevas generaciones también han irrumpido en los talleres y las colaboraciones están a la orden del día. Louis Vuitton X Nike o Prada X Adidas han sido algunos de los trabajos en conjunto que han replanteado la alta gama. Y con una irrupción de street style, ahora, ha sido Lanvin quien se ha integrado a la lista.

Rompiendo con lo tradicional, la maison ha unido fuerzas con A Ma Maniére. Un minorista que encarna la influencia de la cultura y que ofrece una amplia y selecta gama de productos. Arraigándose en la comunidad y explorando el vestir desde una honestidad integral, A Ma Maniére invita a descubrir la alta gama con boutiques que representan la vanguardia. No son solo estilos, tendencias, colaboraciones o firmas las que se congregan en las tiendas del Grupo Whitaker, sino, una serie de experiencias finamente curadas. Se trata de espacios conceptuales que lo transforman todo, incluyendo, el legado de Lanvin. A su manera, el minorista conceptual visita el patrimonio de la maison, y con la visión del director creativo, Bruno Sialelli, unen opuestos en una colaboración que reimagina siglos de artesanía y de paso, crea nuevos clásicos.

Cortesía de A Ma Maniére x Lanvin

Así, la contemporaneidad de A Ma Maniére se apodera de la tradicionalidad de Lanvin. Un rescate patrimonial, donde el minimalismo y las prendas básicas son las protagonistas. Una propuesta confortable, urbana y deportiva, ideal para las tardes otoñales, o para aquellos días en no quieres hacer más que tenderte en el sofá y disfrutar de una serie. El algodón, el polar y la lana hilan la colaboración que sorprende con elegantes busos a medida y una exclusiva variedad de zapatillas como las Lanvin Bumper, las Leather Clay High y las Low Top. Estos pares fusionan los códigos de las firmas bajo tonalidades burdeos, grises, negras, y beige. Además, de capas superpuestas de gamuza y cuero, y punteras de nylon. Una oda al detalle, en la cual, la impronta parisina se hace presente mediante una sofisticación cargada de artesanía y calidad.

Cortesía de A Ma Maniére x Lanvin