Fundada en Paris en 1853, Goyard se ha convertido en la casa de culto adicta al misterio y tradición. La firma que prescinde de Director Creativo, no comercializa sus productos en internet, tampoco dan entrevistas a la prensa, ni mucho menos hacen publicidad. En su página web solo se permite visualizar la personalización de sus exigentes encargos que se demoran entre 2 a 8 semanas, ya que solo se hacen en la fábrica original ubicada en Carcasson, al sur de Francia.

Al contrario de sus competencias como Louis Vuitton o Prada, Goyard no se molesta en coleccionar seguidores en Instagram, tampoco lanza modelos nuevos todas las temporadas ni tiene una línea pret a porter, por lo que aún se considera un “malletier” que mantiene su espíritu artesano y discreto que solo los expertos conocen.