¿Qué ocurre cuando la pasarela se convierte en un juego de espejos? Alessandro Michele, el visionario director creativo de Gucci, dio la respuesta en un espectáculo que dejó sin aliento a los asistentes de la Semana de la Moda de Milán. Bajo el nombre Twinsburg, en honor a la ciudad de Ohio conocida por reunir a gemelos de todo el mundo, el desfile presentó a 68 pares de gemelos idénticos. Una puesta en escena teatral y profundamente personal que rompió moldes y redefinió las expectativas de lo que un desfile de moda puede ser.

La idea de este espectáculo nació del corazón de Michele. Criado por su madre, Eralda, y su tía gemela, Giuliana, el diseñador siempre vio la simetría y la dualidad como una parte esencial de su universo. “En mi mundo, ellas eran una misma alma multiplicada”, confesó. Ese amor por los reflejos lo llevó a explorar la conexión entre los hermanos gemelos, resaltando cómo la moda, al igual que ellos, puede replicarse sin perder su esencia única.

El evento en sí fue una obra de teatro. Los invitados, divididos en dos salas separadas, presenciaron modelos desfilando sin saber que tenían un gemelo idéntico en el otro lado. Al final, una pantalla se levantó y reveló a cada pareja tomándose de la mano, generando un momento tan emocional como visualmente impactante. Michele describió el concepto como “una metáfora de nuestra dualidad interior”, explorando la conexión entre lo que mostramos al mundo y lo que llevamos dentro.

Cortesía Gucci

Las prendas, meticulosamente diseñadas, combinaban sastrería precisa con detalles nostálgicos y modernos. Desde chaquetas de lentejuelas con mensajes cargados de significado, hasta accesorios étnicos y guiños al glamour de Hollywood, cada look brillaba por partida doble. Entre los momentos más destacados estuvo el estilismo de los gemelos españoles José y Miguel Campillejo, quienes lucieron chaquetas bomber con un mensaje que celebraba la historia de los derechos LGTBIQ+ en Italia.

El desfile no solo cautivó por su estética, sino también por el ingenio detrás de su preparación. Para reunir a los modelos, Gucci recurrió al Twins Day, un festival anual en Ohio donde los gemelos celebran su vínculo. Fue allí donde comenzaron a gestar este sueño duplicado. El espectáculo no fue solo un homenaje a la belleza de los lazos gemelares, sino una reflexión sobre cómo todos, de alguna forma, tenemos una conexión con lo que nos complementa. En palabras de Michele: “En la moda, como en la vida, siempre encontramos el reflejo de algo más grande”.

Cortesía Gucci