Sumergidos en un océano de detalles increíbles, estos dos relojes monócromos dan vida a un juego fascinante de luces y texturas. La esfera, bañada en un resplandor de Arena de Cristal, armoniza a la perfección con la superficie texturizada en Oro Martillado tanto de la caja, como del brazalete. Dotados con Calibre 5800, estos relojes destacan por su elegante pulsera de 34 mm, diseñada para adaptarse con gracia a las muñecas más delicadas.

Cada detalle del diseño ha sido moldeado mediante un complejo proceso de deposición de metal, conocido como electroformado. Para lograr el tono monocromático deseado, el motivo se somete a un proceso minucioso y de alta joyería, donde se aplica un revestimiento de rodio y oro, respectivamente, realzando así la profundidad y luminosidad de la pieza.

Con una pulsación constante de 4 Hz y una impresionante reserva de marcha de 50 horas, cortesía del exclusivo Calibre 5800 desarrollado especialmente para la colección Royal Oak de 34 mm, presentada en el año 2020. Estos relojes no solo ofrecen precisión excepcional, sino que también exhiben una funcionalidad y estilo único que viaja entre la elegancia y sofisticación, creando un concepto perfecto para un accesorio que, además, es increíblemente funcional.

Cortesía Audemars Piguet