Bajo una lluvia torrencial de los cielos de Shanghái, en el exterior poco iluminado del museo de arte Pudong, se llevó a cabo el desfile de la colección de primavera 2025 de Balenciaga. Las inoportunas condiciones climáticas de la noche del jueves 30 de mayo fueron el toque dramático, no obstante, la casa de moda debió improvisar con una fila de múltiples paraguas negros a modo de escudo sobre los invitados de la primera fila.

El último año y medio, la reconocida marca ha luchado por recuperar su anterior imagen, tras el escándalo que hubo por su polémica campaña del 2022. Asimismo, sobre la localización del desfile, el director creativo de Balenciaga, Demma Gvasalia, señaló que China era una ubicación fundamental debido a la gran audiencia que poseen. Es la ubicación donde está la mayor cantidad de tiendas de la firma. La colección comenzó con ropa más formal y monocromática, incluyendo blazers oversize con pantalones holgados, combinado muchas veces con bolsos de cuero y jockeys. Otros de los elementos que se presentó en primera instancia son las gabardinas y calzados voluminosos con plataformas de siete pulgadas. Algunos de los modelos llevaban los viejos códigos del diseñador, expresados en cajas de zapatos transformadas en carteras.

Otros de los conjuntos, mostraron la colaboración con Under Armour, manifestándose con cinturones de la marca usados con pantalones a la mitad del muslo, chaquetas, mallas y pantalones deportivos. Alipay, una de las plataformas de pago móvil más grandes del país asiático, demostró también el trabajo en conjunto mediante una camiseta en unos de los atuendos presentados.

Luego aparecieron vestidos de noche tanto largos como cortos, con patrones coloridos y también estampados animal print. Las botas largas ceñidas a las pantorrillas predominaron en distintos looks al igual que los tacones con calcetines. Al final del evento se exhibieron las creaciones más vanguardistas de la colección. El vestido dorado con plateado es una clara evidencia de ello. Este es similar a la confección realizada para Michelle Yeoh en la Met Gala. El desfile finalizó frente a las plumas de un vestido rosado que cubría casi completo el cuerpo de la modelo, quien caminó con una calma fascinante.

Cortesía Balenciaga